De vuelta en Seúl, luego de la acalorada bienvenida de parte de su grupo de amigos, como si habían pasado años sin que se vieran, la pareja se encontraba de vuelta en la casa de Jimin.
- Comenzaré a filmar y todo eso para Vogue, a partir de mañana. - Jungkook susurró sin querer alterar el estado de paz y silencio en que se encontraban.
Hacía unos minutos la película que había visto se había acabado, dejando a un Jimin adormitado encima de Jungkook, ambos recostados en la cama del menor, el mayor acariciaba con delicadeza la cintura de Jimin, él también estaba a punto de dormirse, hasta que el pensamiento se escurrió de su boca antes de poder detenerlo.
Jimin abrió lentamente sus ojos, conectando su mirada con la del mayor.
- Demonios, me gustas demasiado... - sus pensamientos nuevamente salieron antes de poder analizarlos, Jimin rió suavemente al ver los ojos sorprendidos de Jungkook al escucharse hablar sin pensar.
- Tú también me gustas mucho, bobo. - susurró con dulzura.
- Creí que me amabas. - dijo fingiendo dolor, para luego sonreír junto al menor.
- Te amo. - dijo, con su voz dulce, su mirada penetrando a Jungkook quién lanzó su cabeza hacia atrás.
- ¡NO LO DIGAS ASÍ! - su mano se dirigió a su pecho dramáticamente - Creo que mi corazón se detuvo por un segundo por la euforia. - Jimin carcajeó, negando enternecido.
- Eres un tonto... ahora, dime, puedo ir a verte al set, ¿no?
- Por supuesto, iremos juntos, si no seguro me pongo nervioso. - confesó con un pequeño puchero que para Jimin se había vuelto algo natural de ver.
- Lo harás genial, perteneces frente a la cámara, lo confirmo cada vez que veo fuera los anuncios con tu cara y siempre hay alguien viendo. - su mano subió hasta la mejilla del mayor, reposando ahí con cariño y delicadeza.
- Tu cara está junto a la mía en esos anuncios.
- Pero tu cara es la que resalta, dios, ¡es que ya tienes fans!, estoy muy orgulloso de tí, Gguk.
Jungkook no respondió, tan solo acomodó a Jimin encima suyo, para luego atraer con delicadeza su nuca y poder juntar finalmente sus labios, el contacto se mantuvo suave y profundo, ambos tomándose el tiempo de recorrer la boca del otro con todo el amor que recorría sus cuerpos, Jimin fue el que rompió el beso unos minutos después, luego de no poder mantener el ritmo a medida se mente e iba nublando gracias al sueño.
- Estoy quedándome dormido... es muy cómodo estar sobre tí. - susurró, su rostro cayendo en la curvatura del cuello del mayor.
Jungkok no respondió, sin embargo, sus manos recorrieron suavemente la espalda baja de Jimin, el menor gimió gustoso y tranquilo, su respiración comenzando a desacelerarse.
- Hueles muy bien, Gguk...
- Tú también, cerecita. - su voz también siendo un susurro, tal como Jimin estaba por quedarse dormido.
Ambos haciendo sentir al otro rodeados de paz y amor, el rubio se acomodó por última vez encima de Jungkook mientras éste envolvió finalmente sus manos en la delgada cintura, no volviendo a moverse hasta horas después, cuando el sol fuera de la habitación ya se había puesto, dando paso a la luna que a penas estaba por salir dando la bienvenida a la noche.
Jungkook fué quien abrió sus ojos primero, sin moverse demasiado aparto los cabellos de oro que caían en su barbilla y le hacía cosquillas, gracias al movimiento el rostro relajado de Jimin quedó a la vista, sintió su corazón acelerarse a medida sus ojos recorrían con lentitud y atención cada centímetro de la pequeña y linda cara del menor.
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𝑡𝑟𝑎𝑛𝑠 𝑏𝑜𝑦 km¡! - terminada
FanfictionPark Jimin un mundialmente reconocido autor de novelas de terror, hijo de la pareja de actores más famosa de Corea del Sur, finalmente revela al mundo su más grande secreto a través de un libro autobibliográfico en el que narra su camino como un chi...