I'm the King (Yeongyu)

The New Dawn

Yeonjun

Meterse con el agente federal había sido lo mejor de la semana. Entre las aburridas y sucias tareas que le encomendaba, y el hecho de ser abiertamente grosero con él, su confianza disminuía hasta convertirse en incertidumbre, y era agradable ver el cambio en su actitud. Tanto si era un agente federal como si no, la arrogancia mataba a cualquiera en este tipo de negocios. Lo último que quería era tener un agente muerto en mi propiedad, lo que significaba que tenía que encontrar una manera de sacarlo de nuestro club sin que fuera completamente obvio. Podía hacer que lo expulsaran, pero eso pondría más presión sobre Jake, y aunque fuera un idiota, seguía siendo un hermano.

Cuando les dije a Soobin y a Jay quién era nuestro nuevo prospecto, Soobin perdió la calma. Despotricó sobre la seguridad del club, y también sobre Taehyun, pero cuando por fin se calmó, estuvo de acuerdo en que era mejor mantener al tipo cerca, para vigilarlo. Jay era un poco más reservado, e inmediatamente hizo planes para hablar con los chicos, como un recordatorio para mantener la mierda ilegal lejos del novato, al menos hasta que pudiéramos confiar en él. Sin ellos saberlo, nunca podríamos confiar en éste.

Hoy hice que Ben saliera a limpiar mi moto, con la advertencia de que no le hiciera ni un rasguño. Para hacerlo más divertido, le exigí que lo hiciera sólo en ropa interior. Esperaba que protestara, pero se quitó la ropa de inmediato, quedándose en un par de calzoncillos bóxer arco iris que me hicieron levantar las cejas. Se encogió de hombros y luego salió y se puso a trabajar. No pude evitar seguirlo afuera con un taburete del bar, colocándolo en la sombra de la casa club y sentándome después a observarlo.

Alrededor de una hora y media después del lavado y la limpieza de Ben, Hyunjin llegó con Minho en la parte trasera de su Harley, y las ruedas de su pesada moto hicieron crujir la grava de la entrada improvisada mientras se detenía junto a la fila de motos que ya estaban aquí. Minho silbó ante Ben, sus labios brillantes se curvaron en una sonrisa de duendecillo mientras se deslizaba del asiento de perra. Le había crecido el pelo desde que había llegado al club en busca de Hyunjin, y los rizos rubios le habrían colgado alrededor de los hombros si no se lo hubiera atado en un moño en la nuca. Llevaba unos pantalones de cuero ajustados que parecían fundirse con sus largas piernas, y una camisa brillante que resplandecía y casi me cegaba bajo el sol.

Hyunjin le frunció el ceño a Ben cuando se dirigía hacia mí, mientras Minho se quedaba atrás para molestar al novato.

—Creo que se te pasó una mancha. Está en la parte de abajo, cariño. Deberías inclinarte y limpiarla, pero gira tu bonito trasero hacia mí —Minho le hizo un puchero a Ben cuando el federal lo fulminó con la mirada—. ¿Qué? Minho sólo tratando de ayudarte.

Hyunjin se quitó las gafas de sol y puso los ojos en blanco ante las payasadas de su novio. Apoyó su hombro en la pared, al lado de donde yo estaba sentado, y volvió a mirar a Ben.

—¿Es el nuevo tipo del que he oído hablar?

—Sí. Jake lo patrocinó —Resoplé cuando Minho chasqueó los dedos hacia Ben, señalando la rueda delantera de mi Softail. Ben frunció el ceño desde donde estaba arrodillado cerca del motor—. Todavía no estoy seguro de lo que pienso de él.

Hyunjin asintió.

—Y ¿Qué hay de Kai? ¿Le dijiste la verdad? —Su voz era tranquila, pero eso no me impidió mirar a mi izquierda, hacia la puerta de la sede del club, donde sabía que Kai estaba en algún lugar adentro, probablemente detrás de la barra sirviendo algo de alcohol barato a los hermanos ya borrachos.

—Todavía no —Me encogí de hombros—. No sé si valga la pena.

—King, ¿Puedo hacerte una pregunta seria, amigo? —Hyunjin se cruzó de brazos, con los ojos entrecerrados, pensativo—. ¿Quieres una relación padre-hijo con él?