Prefacio

59 16 20
                                    

En los más antiguos escritos de los reinos, se encuentra La Leyenda del Dios Haros. Aquellos escritos sagrados contienen la historia de cómo lo que alguna vez fueron solo tierra y mar, se convirtieron en grandes imperios y seres.

Hace miles de años, el dios Haros tuvo cuatro hijos: Pramston, Shilia, Arteidón y Aliona. Fueron enviados a la Tierra para ayudar a la humanidad a forjarse y a dar a conocer sobre la existencia de dicho dios. Cada hijo llevó un obsequio como muestra de la gran divinidad que se hallaba sobre los cielos.

Shilia obsequió venados nocturnos, que destellaban una brillante luz en su pelaje en forma de tatuajes y en sus cuernos. Por el día, la luz desaparecía junto con los tatuajes, pero por las noches hacían presencia con el fin de guiar los caminos a los perdidos por las noches.

 Por el día, la luz desaparecía junto con los tatuajes, pero por las noches hacían presencia con el fin de guiar los caminos a los perdidos por las noches

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pramston llevó osos blancos grandes con ojos morados y filosos colmillos que contenían un veneno especial que podía tanto arrebatar la vida como sanar. Estos seres podían curar cualquier herida o enfermedad, a excepción de las que nacen con el humano.

Aliona obsequió pegasos negros, con finos detalles color azul en su pelaje para que al volar fueran visibles por todo aquel que estuviera en la Tierra

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aliona obsequió pegasos negros, con finos detalles color azul en su pelaje para que al volar fueran visibles por todo aquel que estuviera en la Tierra. Con sus grandes alas, podían crear fuertes vientos que podían derrumbar hasta las pequeñas casas de madera de los poblanos.

 Con sus grandes alas, podían crear fuertes vientos que podían derrumbar hasta las pequeñas casas de madera de los poblanos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por último, Arteidón obsequió zorros rojos con alas para que volaran junto a los pegasos de su hermana más cercana. Eran los más veloces, y tenían colmillos afilados que con un solo roce podían desangrar a cualquiera.

La Reliquia de la ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora