𝐋𝐨𝐯𝐞𝐝𝐭𝐚𝐥𝐞: 𝐄𝐥 𝐑𝐞𝐧𝐚𝐜𝐞𝐫 𝐃𝐞 𝐀𝐢𝐝𝐞𝐧 [Dark] [Genocida]

Capitulo 8 Temporada 1

El quinto día en el sótano, las monjas llegaron para liberar a Aiden de las cadenas que lo habían mantenido prisionero durante días. A medida que las monjas se acercaban, Aiden sintió un nudo de ansiedad y furia en su interior. Estaba decidido a descubrir la verdad detrás de su abandono.

Aiden: con voz decidida "¿Dónde están mis padres? ¿Por qué me dejaron aquí?"

Una de las monjas, mirándolo con indiferencia, optó por ignorar sus preguntas y continuó desatando las cadenas. La falta de respuesta solo hizo que la rabia de Aiden creciera.

En un estallido de emoción, Aiden se transformó en una cabra y, con una determinación feroz, invocó una espada. Gritó con una mezcla de desesperación y furia, exigiendo la verdad.

Aiden: gritando "¡Quiero la verdad!"

Una de las monjas, que parecía menos asustada que las demás, finalmente cedió ante la intensidad de la mirada de Aiden.

Monja: con tono serio "Muy bien, tanto deseas saber la verdad, te lo diré. Tus padres te odiaban. Te dejaron aquí porque eras una carga para ellos."

Las palabras crueles de la monja golpearon a Aiden como un puñetazo en el estómago. Las lágrimas llenaron sus ojos mientras procesaba la revelación. La verdad detrás de su abandono había sido revelada, y era más dolorosa de lo que jamás había imaginado.

Aiden: sollozando "¿Por qué? ¿Por qué me odiaban?"

La monja no mostró empatía ni remordimiento. Simplemente se volvió y se alejó, dejando a Aiden con el peso abrumador de la verdad. Lo llevaron de regreso a su cuarto en un estado de devastación emocional. Se arrojó a su colchón y comenzó a llorar amargamente.

La verdad era una herida profunda en su corazón. Aiden, sintiéndose abandonado y rechazado por sus propios padres, se preguntaba por qué había sido una carga para ellos. Las lágrimas que derramó eran lágrimas de tristeza, confusión y profundo dolor.

En su cuarto, Aiden enfrentó la verdad que tanto deseaba conocer pero que también lo destrozaba por dentro. Su vida en el orfanato se volvió aún más sombría, su esperanza reemplazada por una herida abierta y una sensación de desolación. Sin embargo, también sabía que debía encontrar la fuerza para seguir adelante, para enfrentar su pasado y, de alguna manera, descubrir un camino hacia un futuro mejor.

Aiden había cambiado drásticamente desde los días en que era un soñador lleno de esperanza. La verdad sobre el abandono de sus padres lo había dejado con una profunda herida emocional y la pérdida de toda fe en que algún día las cosas mejorarían. En su lugar, había encontrado una máscara fría y distante que ocultaba sus emociones y deseos más profundos.

Cada día, Aiden se ponía esa máscara antes de enfrentar al mundo. Los otros niños en el orfanato se burlaban de él, pero ya no era el niño fácil de molestar. Había desarrollado una capa de dureza a su alrededor, una coraza que lo protegía de las palabras hirientes y las burlas.

Un día, cuando los insultos y las risas se volvieron demasiado, Aiden se cansó. Con un movimiento rápido y sorprendentemente ágil, golpeó a varios niños con una furia que nadie esperaba. Sus puños se movieron con una precisión impactante, y su expresión gélida no mostraba ningún rastro de emoción.

Los niños que habían estado burlándose de él se quedaron atónitos, incapaces de comprender la transformación que había experimentado Aiden. Ya no era un niño indefenso, sino alguien dispuesto a defenderse con uñas y dientes.

Las monjas, al enterarse de la pelea, llegaron con sus castigos habituales: un látigo y un limón. Pero esta vez, Aiden no se sometió. Cuando arrojaron el látigo hacia él, lo atrapó en el aire con una destreza asombrosa y lo rompió en dos con sus manos. Sus ojos reflejaban una determinación feroz y una voz tenebrosa escapó de sus labios.

Aiden: con voz tenebrosa "Las cosas cambiarán a partir de ahora."

Las monjas quedaron atónitas ante la transformación de Aiden. Había pasado de ser un niño indefenso a convertirse en una fuerza a tener en cuenta. Las amenazas y el castigo ya no tenían el mismo efecto sobre él. Algo había cambiado en su interior, y ahora estaba dispuesto a enfrentar lo que fuera necesario para cambiar su destino.

Aiden se había convertido en un enigma para todos en el orfanato. Su máscara fría y su determinación implacable lo alejaban de los demás. Nadie sabía lo que realmente estaba pasando por su mente, ni las razones detrás de su transformación.

Pero una cosa era segura: Aiden ya no era el mismo niño que había llegado al orfanato. Había encontrado una nueva fuerza dentro de sí mismo, una fuerza que lo llevaría por un camino incierto pero lleno de posibilidades.

Aiden regresó a su desgastada habitación después de su enfrentamiento con los niños y las monjas en el orfanato. Mientras se sentaba en la oscuridad, la voz oscura que lo había estado acompañando durante tanto tiempo comenzó a hablarle nuevamente.

Voz Oscura: con una nota de elogio "Bien hecho, Aiden. Has demostrado que ya no eres un niño indefenso. Estás cambiando."

Aiden, aún sintiéndose abrumado por la situación, respondió a la voz.

Aiden: con cansancio "Gracias, supongo."

La voz luego planteó una pregunta intrigante.

Voz Oscura: con curiosidad "¿Quieres ver tu rasgo de alma, Aiden?"

La idea de ver su rasgo de alma intrigó a Aiden. Nunca antes había tenido la oportunidad de explorar ese aspecto de sí mismo. Asintió con determinación.

Aiden: decidido "Sí, quiero verlo."

La voz le indicó cómo hacerlo.

Voz Oscura: instruyendo "Para ver tu alma, debes concentrarte y visualizar que tu alma está sobre tu mano."

Aiden siguió las instrucciones y cerró los ojos con fuerza, tratando de imaginar su alma flotando sobre su mano. Después de un momento de concentración intensa, logró visualizar su alma, pero la imagen que se reveló lo dejó sin aliento.

El alma de Aiden se veía negra, con bordes rojos que parecían derretirse. Era una visión inquietante, llena de sombras y caos. Aiden sintió un escalofrío recorriendo su espalda al observar su propio rasgo de alma.

Voz Oscura: explicando "Eso es normal, Aiden. Tu alma es un reflejo de la furia que llevas dentro aunque antes era determinación. Has experimentado mucho dolor y sufrimiento, y eso ha moldeado tu alma de esta manera."

La voz oscura arrojó luz sobre el significado detrás de la apariencia de su alma. Aiden había llevado una vida llena de dolor y abandono, y esa furia se había convertido en una parte integral de su ser. Ahora, su alma reflejaba ese tormento interno.

Aiden, con una sensación de asombro y confusión, observó su alma durante un momento más antes de volver a concentrarse en su interior. La revelación sobre la naturaleza de su alma lo dejó reflexionando sobre quién era realmente y cómo su pasado había moldeado su presente.