Fin de curso - Drarry

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Finalizaba el año escolar, ya había desaparecido la amenaza de Voldemort luego de que fue encarcelado en Azkaban.

Harry despertó en la enfermería, ya no sentía dolor. Sirius ya no se encontraba allí pero en su lugar estaba Draco.

"Gracias por estar aquí, Draco, veo que cambiaste bastante. Te quiero mucho, en todo este tiempo disfruté mucho tu compañía", decía Harry.

"Que bueno saber que hayas notado mi cambio y te guste mi compañía, eso me hace sentir mejor conmigo mismo. Viví muchos años siendo una copia de mis padres y ahora soy yo mismo", respondió Draco.

"Me alegra que te hayas dado cuenta", añadió Harry mientras Madame Pomfrey se acercó a él para decirle que ya estaba dado de alta y podía regresar a su sala común.

Pasaron unas horas y se celebra el último banquete del año, un año que ha sido peligroso pero termina en paz. Durante el banquete, el director entregó la copa de las casas, que la ganó Gryffindor.

Luego de la cena, los alumnos se dirigieron a sus salas comunes y cuando al fin, Harry se sentía seguro en Hogwarts luego del arresto de Voldemort, ya se encontraba empacando sus pertenencias para regresar con sus despreciables tíos muggles.

Al día siguiente, luego de desayunar, finalmente llegó el momento de abordar el expreso de Hogwarts de regreso a la estación King's Cross. Harry compartió los asientos con Ron, Hermione y Draco. El viaje fue mucho más rápido de lo que Harry hubiera querido.

El tren detuvo su marcha, todos descendieron y Harry se despidió de sus amigos. Antes de irse, Draco lo tomó de la mano y se animó a besarlo en los labios. Extrañamente, Harry no rechazó aquel beso y, por el contrario, se lo devolvió por un largo rato, ante la mirada de asco de los Dursley, quienes lo estaban apurando para llevarlo a Privet Drive.

"Te amo, Harry", se apresuró a decir Draco, mientras sus padres lo observaban con una gran mirada de sorpresa.

"Yo también, Draco", dijo Harry y luego cada uno regresó con su familia. No quería admitirlo, pero finalmente Harry reconoció haberse enamorado de Draco. Le gustó mucho aquel beso y no tenía palabras para expresar lo bien que se sentían sus labios juntos con los de Draco.

Pronto se supo que la nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras había renunciado porque ganaba un mejor sueldo como aurora del Ministerio de Magia que como profesora de Hogwarts. Una vez más, un docente de esa materia duró sólo un año, como si aquel puesto estuviera maldito.

Fin
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Un castigo inusual para Lord VoldemortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora