3. Infierno 🕯

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Destapo una bottela de vino, mientras de su copa recien servida saboreaba con tranquilidad su delicioso y embriagante dulzón.

Su salón se encontraba en completa oscuridad a excepción de la brazas que aún hacían ruido calentando el lugar. Aunque en realidad no era necesario. Su sangre ardía por sus venas. Su lengua delineo sus colmillos saboreando otro sorbo recién tratado. Suspirando recordó su soledad.

En los pulcros armarios que rodeaban la habitación eran adornados por velas de diferentes tamaños con algo único en común, le pertenecían todas ellas. No eran compradas ni adquiridas de forma de canje. Oh no, en realidad eran contratos donde bueno ahora por la eternidad descansaba el alma del iluso soñador. Que por disque astucia y coraje habían sabido como invocarlo y ¿quien era para negarse? Claro que cumpliría el trato, sólo que siempre cometían un error. Y ahí es donde aprovechaba para cobrarse su pago. Su invocación no era beneficencia.

Y apesar de estar rodeado de sus ingenuas víctimas, el lugar se sentía solitario.

¿Qué debía hacer?

Secuestrar a un inocente y manipularlo... No. Eso no es suficiente.

Manipular el alma de una de las velas... aburrido, sin duda.

Y si de amor hablara... exquisito seria el portador de aquel efímero sentimiento. Claro, se entregaría en cuerpo y alma a él y por voluntad propia, que mejor deleite. Y sin reproche, que delicioso sabor.

El problema sería molestarse en ocupar su valioso tiempo, en buscarlo y enamorarlo.

Preferible distraerse que seguir rodeado de tanta cera aromática.

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En un lugar apartado de su salón, se dirigió al lado izquierdo de su castillo en ruinas, era un arte incomprendido si le preguntaban. Pero en realidad no había una razón para mantenerlo en buenas condiciones cuando sólo habita él.

Tomo asiento en el suelo, con su garra trazo un rombo, luego un círculo dentro, una flama con una vela con diferentes formas conformándola. Se mordió el dedo meñique activando el talismán.

Ante su ver a parecieron varias fechas con líneas unidas entre sí como una telaraña, unas terminaban juntas, otras con otros individuos y unas cuantas solas, como su situación.

Que claro es muy diferente.

Él un personaje diferente y sin igual que sólo trata de encontrar una distracción de su monótona rutina.

Y en eso en un época específicamente en un año, un próximo nacimiento y aún no había un lazo trazado, prácticamente él sería su versión de él en ese tiempo así que prácticamente no le está afectando sólo terminaría añadiendo ese cuerpo y alma a la suya. Un platillo de entrada, nada mal.

Durante su ausencia no habría nuevas ceras... no hasta que tomara la forma de edad mayor de aquel insípido lugar. Al mal tiempo buena cara ¿no? Esperaba realmente no tener que toparse con molestias.

Bastante malo ya era crecer como un mago de sangre pura en los 30'.

Apresurar el paso que aún tenía que guardar algunas cosas es su nuevo hogar y otras que ocultar. Pronto partiría para presentarse en el próximo hogar de su Severus y dejar en claro a quien se entregaría por voluntad propia.

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FIN.

SlyGry - JeverusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora