5. Mentecilla Traviesa ☁️⚰️🌹

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El cepillo fue pasando una y otra vez mientras Severus se recordaba sus tres manías; la 1era apreciaba la satisfacción que le brindaba sus tardes cuando decidía tomar una copa del glorioso vino que de su propia viña obtenía, 2da sólo había un género de música que apreciaba y no era secreto que de vez en cuando asistía a conciertos de orquestas sinfónicas y 3ero presumía de ser tan estoico por cualquier particularidad que sucediera a su alrededor.

Sin embargo, sólo podía presumir de ello con Lucius y Regulus. A sus ya 27 años le parecía absurdo tenerlo que ocultar.

Pero más fastidioso era el tema de la conservación y el buen ver de su alrededor. Un jovencito no podía hacer esto ni aquello, blah blah. Puras habladurías. Regulus no desaprovechaba la ocasión para darle una plática con el mismo tema, matrimonio.

Hasta Lucius le hacía muecas cada que le daba la espalda y eso sí, era difícil no convertir la sonrisa en carcajadas.

Debía que confesar que ya había tenido uno que otro encuentro con brujas y uno que otro mago.

Y podría jurar que con ninguno sintió atracción e interés al contrario de ellos que se llevaban una cierta imagen errónea.

Tristemente no quería llegar a aceptar que la persona que lo hiera creer en el amor, no ha nacido... realmente no quería hacerse a la realidad de aquel pensamiento.

[ . . . ]

-Potter, con su permiso, pero usted ya perdió su facultad. -pronuncio espantado Lupin.

Arrugo el entrecejo, y bufo. -He perdido la cuenta ya de las veces que te pedí que me tutearás, has lo que quieras. Aunque de lo que te he contado, no acepto ninguna opinión al respecto.

-Ni siquiera deberías tratarlo, él es tan... que ni siquiera debería seguir viviendo aquí, no ha habido alguien que tenga una grata anécdota que contar ¡Es una bestia! -Soltó fastidiado.

El heredero Potter sólo suspiro, se levantó, tomo su sombrero y salió sin tan siquiera agradecer la hospitalidad de su viejo amigo.

Remus no reconocería que había dejado salir su frustración, pero estaba seguro que ni siquiera el gran James podría obtener la atención de ese engendro.

[ . . . ]

Casualmente hoy no tenía ningún asunto ni a un quién que tratar. Lucius había encontrado al indicado según lo que le había contado. Se encontraba feliz por su amigo, pero ahora sería el único soltero de su círculo social. Y su padrino le recordaba que su reloj biológico estaba por caducar.

La presión social a estas alturas ya lo estaba alcanzando.

Como entro salió del museo. No había ninguna exhibición. Fue al parque y se encontraba ocupado por el kermes, de ahí si salió huyendo, gracias, pero no necesitaba el dichoso sermón del padre. Sabía por Bella que lo estaba citando para guiarlo por el buen camino.

Ahora mismo se encontraba acostado en una de las colinas del cementerio del pueblo. Pasaron como 7 segundos para que comprendiera. Bueno tiene sentido, por lo menos una de sus preocupaciones, pero sólo unas de ellas.

[ . . . ]

James andaba sin rumbo alguno por el pintoresco lugar que conocía como hogar. Solo moviendo con parsimonia sus pasos, no tenía nada en mente para ponerse a cuestionar con su subconsciente, el día se encontraba de los más apacible. Ni un cambio ni una brisa fuerte que quiera irrumpir.

Si se proponía había alguien en particular quien quisiera entablar una conversación o tan si quiera verle si es posible. El solo pensamiento de aquella figura en su mente le causaba un ligero cosquilleo que se convertía en temblor agradable y satisfactorio en su cuerpo.

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⏰ Última actualización: Aug 06 ⏰

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