En la estación de Hogsmeade esperaban los padres del alumnado de séptimo año, su transporte.
El baile otoñal fue el motivo ocasional o el pretexto según Severus para que tener un motivo de un recuento antes de la partida de sus primogénitos a su camino de vida adulta joven.
Su esposo tomó esta oportunidad para limar las perezas.
Hace un mes que él tuvo un mal sueño y desde entonces su cercanía comenzó a deteriorarse.
Cada que Severus quería tocarlo James se alejaba de inmediato sin disimularlo tan siquiera. Era como si su toque lo quemara.
En su cama había dejado de abrazarlo, de dormirse cerca, hasta su mirar le fue negado.
Y eso empezaba hacer estragos, en el espejo empezó a ver nuevamente aquellos defecto que hace décadas que no contemplaba. Ahora podía ver con claridad que sus ojos ya no brillaban de amor, su piel ya no era tan firme como cuando estaba en sus veinte, su nariz por Salazar que desgracia había olvidado que era. Su cuerpo delgado y de repente ya no quiso seguir.
Desde hace 15 días que noche tras noche se tomaba pociones para disminuir esas imperfecciones. Al bañarse ni se veia más de lo necesario. Sus ropas cubrían todo aquello que pudiera estar a la vista, y unos guantes que terminaban por cubrir sus manchadas manos a causa de la preparación de pociones.
Y James, buen el sufría su propio calvario.
Los carruajes fueron llegando y así fueron arribando con calma. En su carruaje los acompañaban el matrimonio Malfoy quienes enseguida pudieron sentir el ambiente pesado entre ambos.
-¿Emocionados?
Severus sólo asintió, a comparación de James que contesto. -Un poco en realidad, sabes que esto incomoda a los muchachos, tenernos de esta manera sólo ocasionará que quieran tener su vida muy aparte de uno.
-Ah Potter, dirás de tu hijo Harry, sin embargo nuestro Dragón es muy allegado a nosotros.
-¿James, estás preocupado por avergonzar a Harry?
-Supongo que el tiempo de gloria pasa y ellos tienen otra imagen de autoridad a quien apreciar que a uno.
-Que no hayas tenido una carrera tan excepcional y emocionante no te resta méritos. Estar en el ministerio es mucho más que sólo perseguir a los malos y crear leyes o mandarlos a la locura en vida.
-Sólo somos unos simples Lords.
-Por lo visto pasas por el miedo a perder a tu hijo, escucha bien Potter. Uno decide realizarse como mejor considera, seremos sus padres hasta que demos nuestro último aliento que para entonces bien o mal habremos estado ahí para ellos, cuidarlos, guiarlos y darles todo de uno para que ellos puedan seguir sin uno. No al revés.
Severus no dijo una palabra, no la creía necesaria. Su voz tampoco tenía porqué ser escuchada, no quería ser un problema más a su Esposo.
[ . . . ]
-¡Padres! -grito eufórico Draco.
-Nuestro muchacho -respondió recibiéndolo en un fuerte abrazo Sirius, siendo a su vez abrazado por Lucius.
-¡Oh padrinos, también es grato verlos nuevamente! -expreso en medio del abrazo viéndolos con cariño.
-Sabes que eres nuestro ahijado consentido.
-Soy el único Padrino.
-Y con más razón -dejo en claro James.
Draco le llamo la atención que su padrino Severus sólo estuviera asintiendo o dándole una sonrisa cada que lo miraba a él y no le respondiera con palabras.
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SlyGry - Jeverus
ספרות חובביםRelatos con temática variada. En pocas palabras, para sólo pasar el rato. Sin mucha profundidad. [ . . . ] Aclaraciones El mundo de Harry Potter y todo lo que se relacione con la saga no me pertenece. Es propiedad de J.K Rowling. Yo solamente pido...