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Daphne

La muerte de Danielle había afectado a todo el pueblo. Danielle era una chica ejemplar y muy risueña, y encontrar su cadáver fue un choque para todos.

El funeral fue lo más triste. Ver a su madre en shock y llorando desconsoladamente, al igual que su marido, me partía en dos. Ellos dos querían muchísimo a su hija, en un mes se iba de viaje con sus padres a Italia. Era su sueño desde pequeña.

Ahora ella podría ir hasta Italia.

Cuando la enterraron, pasó algo raro entre la madre de Danielle y Lion. Esta comenzó a llamarle monstruo ¿Por qué lo hizo? ¿A caso él tenía que ver?

Mamá terminaba de hablar con una de las vecinas del pueblo. Sally se nos acercó junto a Lion y otro hombre, que suponía que era su marido.

-Siento mucho la pérdida de esa chica tan joven. No la conocíamos pero, por la gente y su aspecto triste, parecía que importaba mucho esa jovencita.- dijo Sally con voz triste.

-Muchas gracias. Y si, Danielle era una chica muy ejemplar, ayudaba a todo el mundo y era una de las mejores en el instituto de Daphne. Pero por desgracia, algún desalmado le ha querido arrebatar la vida tan joven. Esperemos que el Señor la acoja en su gloria.

Mientras ellas dos hablaban, mis ojos evitaban a Lion. Pero este no paraba de buscarme con la mirada.

Mamá se fue caminando con Sally hacía la entrada de la iglesia. Yo caminé hacia la lápida para rezar por el alma de Danielle. Pero cuando cerré mis ojos y junté las manos, la voz de Lion me desconcentró.

-Veo que te importaba.- fruncí el ceño -¿Sigues molesta? ¿Por qué? Es tu amiga y está soltera, ¿A caso no puede...

-Tú no lo entiendes, Lion.

-Oh, claro que lo entiendo.- me giré hacia él dubitativa.

Una corriente de viento fresco pasó entre nosotros, agitando mi pelo. Lion me miraba con una sonrisa ladina y las manos metidas en los bolsillos delanteros de sus tejanos.

¿A qué se refería?

-Tienes celos de tu amiga.- ¿Qué? -Por eso te fuiste corriendo de mi casa cuando viste que la besaba.

¿Qué narices estaba pensando? ¿Se creía que le tenía celos por besarle? Estaba muy equivocado. La razón por la que me fui fue porque Emily había priorizado el coqueteo y no había pensado en lo que yo quería.

-Estás equivocado, ¿Por qué estaría celosa?

-Porque tú y yo sabemos que en el fondo quieres besarme.

-Creo que sueñas demasiado,- me crucé de brazos -no eres mi tipo.

-Eso dicen todas.- soltó riéndose -Pero tu cuerpo no dice lo mismo cada vez que estoy cerca de tí. Tu corazón se acelera y tu piel se eriza, y no hablemos de como se te dificulta respirar.- no supe en qué momento se acercó tanto -Además, tus ojos no dejaban de comerme a través de la ventana, cuando entrenaba.- mi cara se volvió roja -¿Creías que no me había dado cuenta?

No sabía que decir, pero sabía que no tenía razón. Cualquiera se le quedaba mirando si estaba de aquella manera, y mi cuerpo reaccionaba así porque, tal vez, le tenía miedo.

Me giré de nuevo hacia la lápida.

-No sabes nada, vas por ahí pensando que sabes todo sobre mí y estás equivocado Lion. Ahora, déjame rezarle a Danielle.

Se mantuvo unos segundos en silencio, incluso sentí como si quisiera decir algo pero solo escuché sus pasos alejarse de mí y lo agradecí.


Hilos de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora