EPILOGO

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El alta de Jin fue dada dos días después, estaban emocionados no sabían como les iría en casa con una recién nacida.

Quizá sería un reto enorme pero estarían los dos para afrontarlo, ahora estarian solos, ya no habría enfermeras que les ayudarán y sus familiares claramente los dejarían solos para que disfrutaran de esta etapa.

La pusieron en su portabebé y se encaminaron a la salida donde estaba la camioneta del moreno para ponerse en marcha a su casa.

Al llegar, Namjoon abrió la puerta del coopiloto y ayudó a su esposo a bajar con cuidado ya que aún había dolor después del parto lo que le hacía caminar un poco más lento de lo normal. Luego se encamino a la puerta de atrás y con cuidado saco el portabebé.

Con una mano sostenía a su hija y con la otra a su esposo, inflaba su pecho de felicidad pues ahora se sentía completo, nada le hacía falta si tuviera a esas dos personas a su lado. Pronto llegaron al elevador que daba hasta el departamento y al abrir la puerta...

-¡Sorpresa!.- Lo que quizá sería un grito de emoción solo fue un susurro, sus familiares y amigos estaban ahí para dar la bienvenida a la pequeña Dae.

En una de las blancas paredes de la sala de estar se podía apreciar un letrero que decía bienvenida, y un poco más abajo una mesa donde estaban los regalos que su familia y amigos les habían llevado, también hania un pequeño pastel y globos a los lados dando una hermosa vista y una cálida bienvenida.

-Woow, gracias por esto, esta precioso.- Decía el castaño mientras sus ojos se humedecian.- Gracias por estar aquí junto a nosotros, junto a nuestra pequeña Dae, los queremos a todos y estoy seguro que ella los amara mucho también.- Esta vez si soltó las lágrimas.-

-Jin hyung nosotros, la amaremos muchísimo y la consentiremos también, es nuestra sobrina al final.- dijo Jimin acercandose a contemplar el pequeño bultito que está envuelto en sábanas rosadas.

-Así es hyung, seré el tío más concentidor del mundo y la mantendré alejada de cualquier ser inservible que quiera aprovecharse de ella.- Esta vez fue Jungkook quien hablo.

-Concuerdo con Jungkook.- dijo Yoongi y Hoseok solo asintió. Todos se empezaron a reír de lo cómico que había sonado eso.

Definitivamente su pequeña princesa estaría en buenas manos cuando sus padres no estuvieran cerca.

Todos cargaron a pequeña, hasta al final dejarla con su abuela, la mamá de Jin. Este veía a su madre sonreirle a su hija, si algo había hecho bien en esta vida y era gracias a ella quien pudo sacarlo adelante sola y con mucho sacrificio sin necesidad de tener a su padre cerca. Jin no quería que su hija creciera sin un padre como lo hizo el, trabajaría demasiado para que eso no pasara aunque sabía que tenía al hombre correcto a su lado.

-Es hora de irnos Jin debe descansar.- Propuso la mamá de Namjoon. Y de mala gana todos se pararon para despues pedirse.- Vamos chicos, tendrás demasiados días para estar con la bebé, ahora dejemos a los nuevos padres disfrutarla.- decía con evidente emoción la señora.

Y diez minutos después estaban los tres solos, la pequeña estaba dormida en su cuna, parecía un hermoso angelito que solo se la pasaba durmiendo.

-Es preciosa, aún me cuesta creer que somos papás, gracias por hacer esto realidad jinnie.-

-Fue trabajo de los dos en realidad.-

-Pero el esfuerzo mayor fue tuyo y mira es idéntica a ti.-

-Pero que dices, sus ojos son tuyos y que hay de sus oyuelos, es una mezcla de ambos.

Estaban encantados con su hija, el resto de la tarde fue básicamente verla dormir, darle de comer y cambiarle los pañales, no lloraba en lo más mínimo, la tenían que despertar para que comiera.

Pero ni que decir de la madrugada, ninguno pudo dormir, pues parece que su pequeño angelito tenía el sueño volteado. Apenas y habían dormido una hora desde que se despertó la ultima vez y ahora el llanto estaba presente de nuevo.

-Yo voy amor, tu descansa.- el moreno se paro de la cama somnoliento en busca de la fórmula.

-Estas seguro, puedo hacerlo si quieres.-

-Seguro, vuelve a dormir.-

Esa era la primera de muchas noches, y ahora tenían la difícil tarea de acomodar el sueño a la pequeña Dae y así poder descansar al menos un poco.

*****

Habían pasado dos años y la familia Kim iría de paseo a una cabaña alejada de la ciudad propiedad de los padres de Namjoon.

La pequeña Dae disfrutaba de los días libres de sus padres, apenas empezaba a formular palabras, era una niña muy inteligente y hermosa, conforme pasaron los años su parecido con su padre Jin era más evidente. Pero tenía el carácter de su padre Namjoon, mandona y de armas tomar, era la combinación perfecta de ellos dos.

-Dae, amor, llegamos.- removió, Jin a su hija en el asiento trasero del auto.

-Tal vez sea mejor si la cargo.- Ahora fue Namjoon quien hablo.

-Creo que es mejor.-

Dos horas más tarde estaban frente la chimenea de la cabaña, era invierno y el clima afuera era insoportable tomaban chocolate caliente y galletas que habían preparado antes.

-Nam.- Dijo Jin un poco nervioso.

-¿Si cariño?.-

El semblante de Namjoon cambió al ver que su esposo agachaba la cabeza. Un poco nervioso

-Bebé, ¿que pasa?.-

-Te tengo un regalo, bueno a ambos.-

-¿Un regalo?, pero si no es mi cumpleaños.-

-dije a ambos Joon.-

Namjoon cargo a su hija en su regazo al tiempo que Jin le daba una caja rectangular con un moño morado en un extremo.

Al abrirla sus ojos se abrieron de sorpresa, en ella había un pequeño pañalero que decía "i'm coming soon" y una fotografía de una ecografia.

-Jin, amor, estas...-

-Lo estoy Nam, mmmm sorpresa.- decía el castaño soltando unas cuantas lagrimas de felicidad, al fin pudo soltar la noticia que venía estado guardando desde hace tres días.

El moreno se levantó con su hija en brazos y rodeo con su brazo desocupado a su esposo.

-Mi amor, no sabes lo feliz que me haces, nuestra familia esta creciendo, y solo puedo darte las gracias a ti por toda la felicidad que me das, nuestros hijos son lo más preciado que me haz dado, los amo y los amaré por el resto de mi vida.

Y sin más unieron sus labios en un pequeño beso, antes de que una celosa personita a su lado los interrumpiera.

-Ño, papá mío.- dijo abrazando a su papá Namjoon.

-Ok señorita, pero tienes que dejar que papá también de cariñitos a papi.- Jin le decía a su hija.

-Ño.- E hizo un puchero en sus labios característicos del castaño.

-Solo espero que este bebé, sea más apegado a mi.- decía tocando su vientre.

Ahora la familia crecía, serían cuatro, tal vez más, nadie sabía que futuro les deparaba, pero eran felices, y eso era lo que más contaba para ellos.

Lo que un día estuvo perdido, hoy estaba más vivo que nunca, floreciendo en todo su esplendor, deseaban con toda su alma que así fuera siempre, por que al final están con el amor de su vida.

el amor de mi vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora