¿Quién salvó a quién? /Jenlisa/Chaesoo. (G!p)

Capítulo 12.

Pov: Rosé------------------

-Tenemos que irnos ya.

- ¡¿Jenn que carajo pasa?! – Bajé con cuidado a Jisoo quien se despertó por los gritos de Jennie.

-Mamá tuvo un accidente, tropezó en las gradas. Tengo que llamar a Herman para que pida el traspaso a nuestro hospital. Yo, tenemos que irnos, ahora, Rosie, vamos nos, tenemos que llegar con mamá y yo

- ¡Jenn! - la tomé de los hombros. - Tranquila, todo está bien, mamá va a estar bien. Tienes que calmarte.

- ¡Tenemos que irnos ahora! – Jennie había empezado a llorar. Pedí ayuda a Lisa con la mirada y esta entendió enseguida.

-Cariño, está bien, respira conmigo ¿sí? – Lisa inhaló y Jennie la siguió. – Así cielo, hay que mantener la calma. – Dejó un beso en la frente de Jennie. – Entremos a casa, tomaremos nuestras cosas y llamaremos al Dr. Herman ¿bien? – Mi hermana asintió mientras Lisa secaba sus lágrimas. – Vamos a cambiarnos, Jisoo, ayuda a Rosé con todo. Vamos mi amor, pronto estaremos con tu madre. – Lisa guio a Jennie hasta dentro de casa.

- ¿Estás bien Rosie?

-No, pero tengo que mantener la calma. A veces Jennie se pone mal con este tipo de cosas.

-No te prives de sentir Rosie, está bien no estar bien, si necesitas llorar entonces te abrazaré y te mimaré hasta que te sientas mejor. Si necesitas hablar te escucharé todo el tiempo. Me tienes Rosie. – Pronto sentí una lagrima bajar por mi rostro y una Jisoo rodeando mi cuello con sus brazos.

-Gracias por ser el sol en mi desastrosa vida Soo.

-Tu vida no es desastrosa Rosie, es imperfecta, y eso la hace maravillosa. – Sentí sus labios en mi mejilla. – Vamos, tenemos que llegar pronto con tu madre.

Asentí y volvimos a casa. Guardamos todo con rapidez. Jisoo tomó una ducha rápida y luego seguí yo. En menos de 20 minutos estábamos fuera del auto esperando a Jennie y Lisa.

Pov: Lisa-----------------

- ¿Estás lista? – Jennie estaba sentada en la orilla de la cama. La había convencido de darse una ducha antes de irnos para que relaje sus nervios.

-Si. – Susurró. Me acerqué a ella para tomar su rostro con mis manos.

-Puedo conducir si quieres, creo que no estas lo suficientemente bien y a mí no me molesta hacerlo cariño.

- ¿Sabes conducir? – Preguntó asombrada.

-Sí, aprendí en la en uno de mis trabajos.

-Si no te molesta, agradecería que conduzcas.

-No hay problema Jenn, vamos, creo que las chicas están afuera.

Tomé el teléfono de Jennie para llamar al Dr. Herman. Busqué en sus contactos el nombre del mayor, por mucho que quise, no pude ignorar los mensajes que entraban.

-Hola Jennie, soy Irene.

-Jennie, ¿Podemos vernos?

-Jennie, contesta por favor.

-Te extraño, enserio lo siento.

- ¿Estás ahí? Necesito hablar contigo, por favor, fui una tonta, pero te prometo que cambié, estoy muy arrepentida.

Todos los mensajes entraban de un número desconocido. No sé quién se cree para estar molestando a mi novia. Estúpida. Solo la ignoré. No es momento para hablar sobre esto.