¿Quién salvó a quién? /Jenlisa/Chaesoo. (G!p)

Capítulo 15.

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Pov: Jennie-----------------

Desperté al sentir pequeños besos en mi cabello. Era de madrugada, la luz del sol aún no entraba por la ventana. Iba a girarme para ver a Lisa, pero su voz me detuvo.

-No, no te gires. – Su voz era tan ronca.

- ¿Por qué?

-Porque estoy muy cómoda así. – Ciertamente era cómodo. Sus brazos rodeaban mi cintura. Su cuerpo estaba pegado al mío, tanto que podía sentir el miembro de Lisa en mi trasero.

Somos una pareja, aquello ya no debe sonrojarme, bueno, solo un poquito... bueno, mucho.

Siguió dejando besos sobre mi mejilla y cuello.

Mi cuello... aquella sensible parte de piel.

Pero en las intenciones de Lisa no había más que cariño.

-El año pasado estaba muy feliz cuando conseguí un trabajo mejor que los que había tenido. Era genial saber que tendría un sueldo estable. Empecé a trabajar en una distribuidora sin tener exactamente un puesto, era más como una persona de emergencia o de usos múltiples. A veces cargaba cajas de una bodega a otras; otros días limpiaba los pisos; en ocasiones ayudaba a cargar los camiones; o simplemente era servía al padre de Ashton. – Escuchar aquel nombre me hacía hervir la sangre.

-En una ocasión, él y sus amigos llegaron a las oficinas a la hora de salida. Eran exactamente las 7 de la noche de un viernes; día de pago. Conocía sus adicciones, y esa noche no se veía en sus cinco sentidos, mucho menos sus amigos. Me preguntó por su padre, solo le dije que había ido a casa temprano por diligencias. – Hizo una pausa para respirar hondo. – Cunado le dije que no estaba se puso furioso y exigió que le prestara dinero. Yo no tenía más que el dinero para comprar comida y me negué; error, eso lo hizo enfurecer más. Sus amigos me sujetaron por la espalda y me dejaron a su disposición. Su plan era violarme en esa oscura calle. Cuando bajó mis pantalones se dio cuenta... que no era lo que esperaba encontrar ahí abajo.

-Él y sus amigos me golpearon hasta que quedé inconsciente con la simple excusa de que fenómenos como yo no deberíamos existir. Se llevaron mi dinero, mientras a mí me dejaron en aquel lugar frío con muchas lesiones en todo el cuero... también ahí abajo, fue donde más golpearon. - Aun si ver su rostro sabía que lloraba, su voz estaba rota, y mi alma también. – Un señor me encontró alrededor de las 4 a.m. Yo ya estaba consiente, pero no podía mover un solo musculo. Me llevaron a emergencias y estuve una semana ahí. La señora García se hizo cargo de Jisoo todo el tiempo. Yo fui despedida de mi trabajo sin justificación. No podía pagarme un abogado, por lo que simplemente dejé las cosas así. Sabía que, aunque intentara algo contra él no ganaría. Esa fue una de las situaciones que me hizo llegar al hospital. – Entendía que Lisa no estaba preparada para hablar más. Me iré a ella y la abracé con toda mi fuerza; quería transmitirle mi amor. Quería hacerle saber que aun si ella me echa de su vida no me iré, puede sonar egoísta, pero no quiero verla feliz con otra persona, quiero ser yo quien la haga feliz y le muestre el lado bueno del mundo. Y si ese lado no existe más, crearé un mundo para nosotras.

-Te amo. No sabes cuánto Lalisa. Eres la primera persona a quien le digo esto. Eres la primera persona que me hace ver la vida de manera distinta a mi aburrida y fría soledad. Eres una retribución divina que el universo mandó a mi vida, porque sabía que ya era suficiente de tanto dolor. Y si mi destino es hacerte la persona más feliz del maldito universo lo acepto con gusto. – Besé su mejilla. – Gracias por confiar en mí y contarme esto. Es muy grato saber que tienes la confianza de hablar conmigo mi amor. Ese hijo de puta recibirá 50 golpes más por cada uno de los que te dio cuando lo refunda en la cárcel y se lo coman los malditos gusanos. Vamos a demandarlo y no acepto un no como respuesta. – Lisa asintió y se recostó en mi pecho.