¿Quién salvó a quién? /Jenlisa/Chaesoo. (G!p)

Capítulo 20.

Pov: Omnisciente.

- ¿Exactamente a que parte de Italia viajamos Nini? – Lisa veía a través de la pequeña ventanilla de avión, todo estaba oscuro aún. Llevaban casi 6 horas de viaje y por más que la tailandesa quisiera dormir, no podía. Estaba muy emocionada y muy nerviosa; iba a conocer a gran parte de la familia de su novia. Es decir, ya conocía a Isabelle y a Rosé, pero no era lo mismo. No quería quedar mal frente a la Nonna, como Jennie solía Llamarla.

-Vamos al norte del país mi amor, a la región de Véneto. Pero nosotros iremos directo al aeropuerto de Verona, que es la ciudad donde nos hospedaremos. La abuela tiene una casa enorme a la orilla del río Adigio, es un lugar muy hermoso y espero que les guste tanto como a nosotras. – Dice Jennie, que está en el asiento junto a Lisa. La morena revisaba algunas cosas en su computadora; pero al mismo tiempo mantenía una de sus manos enlazada con la de su novia. Levantó la vista de la pantalla y observó la carita de la tailandesa, era obvio que se moría del sueño; tampoco es que hayan dormido mucho anoche. Lisa asintió a la información recibida.

Observó cómo Rosé y Jisoo dormían juntas en los asientos de al lado; mientras su madre disfrutaba de una película con sus auriculares puestos.

-Cariño, ¿Por qué no intentas dormir? Aún faltan casi 8 horas para llegar. – Cerró la pantalla y la guardó en su maleta de mano.

-No puedo dormir Nini. – Hizo un puchero tan tierno, que la morena pensó morir de amor justo ahí.

- ¿Por qué mi amor? ¿Pasa algo?

-Es que, estoy nerviosa. Yo no hablo italiano, tampoco sé temas de conversación importantes o de interés. No sé cómo parecer educada o con modales, tampoco sé cómo actuar frente a tu familia. – Dijo en un susurro.

Jennie se acomodó sobre su asiento, quedando cara a cara con su novia.

-Escúchame Lisa, vamos a llegar a casa de la Nonna y lo único que quiero es que seas tú misma. No quiero que finjas ser alguien que no eres solo para agradarle a mi familia. No tienes que ser todas esas cosas que tú dices, porque tu forma de ser es única, es brillante y haces a cualquiera caer con tu ternura. La Nonna va a amarte cuando te conozca; ella ama cocinar y te aseguro que lo primero que va a hacer es ofrecerte un trozo de su famosa Torta russa di Verona y una taza humeante de té de frutos rojos, que no es por presumir, pero le queda delicioso. – Lisa mantenía una sonrisa en su rostro, ahora ya menos preocupada. – Así que no tienes por qué estar nerviosa cariño. Es cierto, hay parte de mi familia a la que no le agrado, pero recuerda que no venimos aquí a agradarle a nadie ni a llenar expectativas. Nosotras tenemos el poder cariño, no lo olvides.

Lisa asintió y dejó un pico en los labios de Jennie.

- ¿Quiénes son esas personas que no te agradan? – Preguntó curiosa.

- Es mi tía. ¡Oh, y créeme! Sabrás identificarla cuando lleguemos. Tratará de sacarte toda la información posible de tu vida privada; así que mejor no te le acerques mucho. También está su odiosa hija. – Jennie giró los ojos recordando el lado malo de viajar a Italia.

- ¿Qué pasa con su hija?

-Pasa que es odiosa de mierda. Quiere acaparar todo para ella, y estoy segura que al llegar será la primera en presentarse contigo. Es una perra. – Dijo susurrando aquello último.

-No tienes que preocuparte Nini. En mi mundo solo cabe una persona, y tu hace rato te instalaste ahí y empezaste a construir y llenar de cosas bonitas mi universo. No quiero ni necesito a otra persona que no seas tú mi amor. – Jennie sonrió ante aquello. Definitivamente tenía a la mejor novia del mundo. – Puedes confiar en mí.