𝐔𝐌: Cuando el sol asoma su rostro dorado y la luz se vierte sobre el horizonte, los cielos susurran una verdad inmutable: Nace un nuevo día, un lienzo en blanco, cada amanecer tienes una oportunidad de reinventar y comenzar de nuevo.
No te quedes...
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¡Tenemos unos competidores muy aguerridos hoy!
Tenemos a Matsuda en el carril n. 1... y en los carriles n. 2 y 3 están..
─ De repente desapareces, y aquí te encuentro. ¿Que carajos haces? ─ Hablo Shiukong viendo a Toji sentado en las gradas.
─ Estou multiplicando el dinero. ─ Levantó su papel contento y seguro de ganar.
─ No he visto ni una sola vez que ganes. ¿Qué pasó con el trabajo? ─ Fushiguro arrugó su cara con molestia.
─ No jodas.. deja de tratarme como a un desempleado irresponsable.
─ Pues eso eres. ─ Shiukong se sentó a unas sillas al lado de el. ─ Como intermediario, debo reportarle al cliente el progreso de tu trabajo.
─ El enemigo es un muchacho del clan Gojo. No lograre nada si salgo a enfrentarlo al descubierto. Primero usaré carne de cañón para diezmarlo. Tú ponte a trabajar, cabron.
─ Ya hice mi parte, tarado. ¿En qué piensas al deshacerte así del dinero para los gastos?
─ Te digo que es para diezmarlo. No te preocupes, ese dinero regresará enterito. Como el de esta carrera.
El n. 6, Hataon, llega a la meta. El n. 1, Doguchi, llega a la meta. El n. 3, Matsuda...
Fushiguro arrugó el papel con enojo al ver que no ganó la apuesta.
─ Tú no estás hecho para hacerte rico tan fácilmente. ─ El del bigote se colocó de pie y empezó a alejarse ─ Haz bien tu trabajo, asesino de hechiceros. Ah, por cierto ¿Como está Megumi?
Toji se tarde unos segundos en responder mientras suspiraba fastidiado y perdido. ─ ¿Quien es ese?
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─ No podría ser más malcriada ─ Bufó Satoru, la niña se había ido a la escuela negándose -con apoyo de Tengen- a ir a la escuela de brujería.
─ No la culpes tanto, Satoru. A pesar de lo que dijo, después de la fusión, será parte de los cimientos de las barreras junto a Tengen.
─ Hay que dejarla tener una vida normal estos últimos días, al final. Ya no podrá ver a sus amigos, familia y seres queridos. ─ Suzume zapateó.
─ Que haga lo que quiera, esa es nuestra misión. ─ Completó Suguru.
─ La señorita Riko no tiene familia. Murieron cuando era pequeña, después yo me encargué a cuidarla. Por eso quisiera que pasara un poco más de tiempo con sus amigas.
