Ep 8 - 𝑀𝑢𝑒𝑟𝑡𝑒

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─ Oye, tú

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─ Oye, tú. ¿No te he visto antes en algún lado?

─ No te preocupes. Yo tampoco soy bueno recordando nombres de hombres. ─ Tez blanca, cuerpo bien tonificado y una cicatriz en el labio tenía a Satoru retenido con su espada incrustada.

Una vez se me ocurrió visitar al clan Gojo por curiosidad, para ver al muchacho que nació con los Seis Ojos.

Fue la única vez en toda mi vida, que alguien notó mi presencia a sus espaldas y se volteó a ver con sospecha.

Por eso manipule todo para diezmarlo. Hasta que bajara la guardia.

Satoru colocó su mano para lanzar un ataque mientras que Suguru lanzaba a un gusano maldito hacia el hombre y Suzume protegía a Riko.

─ ¡Satoru!

─ No te preocupes, no active a tiempo mi ritual pero no le dio a un órgano vital. Reforcé mi cuerpo con poder maldito, así que la hoja no hizo ningún daño. Fue como si un alfiler pasara por un suéter tejido de estambre. En serio, no hay problema.

Los tres miraron hacia al gusano que tenía atrapado a Zen'in.

─ Ademas, Amanai es la prioridad. Yo me encargaré de lidiar con el, ustedes adelántense al lugar del señor Tengen.

─ Satoru.. ─ Suguru y Suzume se miraron para dar la aprobación del corto plan que había hecho Satoru. ─ No vayas a cometer un descuido. Vámonos, ¡En marcha!

Los tres empezaron a correr para ir hacia donde Tengen.

─ ¿Estás seguro que no quieres compañía? ─ Dudó Suzume.

─ Si, si otro ataca puedes defender mientras Geto se dirige con Amanai hacia el lugar.

─ Está bien, regresa en una pieza. ─ Nakamura empezó a correr logrando llegar con ellos siguiendo su camino.



El ascensor bajando a gran velocidad, con los dos hechiceros cerca de la puerta y las dos chicas atrás. Esperaban en ataque o intrusión de cualquier cosa.

Suzume miró hacia atrás mirándolas y luego dirigió su vista al frente activando su poder maldito ya que estaban a punto de llegar. Su cabello con toques naranjas empezó a moverse como si estuviera en el mar, fibras de ellas se disolvían y volvían a reconstruirse.

La puerta se abrió, los presentes empezaron a caminar por el pasillo oscuro iluminado de simples velas pegadas a la pared.

─ Señorita Riko. Aquí dejo de acompañarla. ─ Kuroi se detuvo a unos pasos del ascensor. ─ Señorita Riko, por favor.. ¡Por favor! ─ Riko corrió hacia Kuroi mientras lloraba para abrazarla.

𝗨𝗡𝗞𝗜𝗦𝗦 𝗠𝗘  © | Geto Suguru Donde viven las historias. Descúbrelo ahora