15: Placer.

960 51 26
                                    

Anochecer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Anochecer.

—Estando contigo, me olvidé que tengo que asistir al instituto —voltea su rostro y le regala una sonrisa. El alpha se queda embobado con su mirada y se siente un poco nervioso al estar a su lado. Observa las luces de la ciudad y la suave brisa hacía que mechones de su cabello se movieran lentamente—. Me gusta estar aquí, me relaja —cierra sus ojos y respira profundamente.

Chan agacha su mirada y observa la pequeña mano del omega sobre la silla de madera que ambos compartían. Mueve despacio sus dedos y trata de acercarse, pero se detiene cuando escucha su risa.

—¿Qué haces? —pregunta Felix haciéndose el inocente, pero sabía los trucos que estaba haciendo el alpha y le parecía tierno.

—Na-nada —tartamudea y aleja rápidamente su mano.

—¿Quién eres en realidad? —la pregunta lo descoloca. Lo mira directo a sus ojos y siente como los latidos de su corazón empiezan a retumbar en su cabeza.

—¿Por qué lo dices? —inquiere Chan con incertidumbre. Sus palabras lo sorprenden y un miedo indescriptible emerge en su ser. Hay mentiras que son necesarias, pero que solo duran un tiempo limitado, y la suya, se encontraba en un reloj de arena que se había volteado; cada grano que caía, era como si una daga se acercara a su pecho.

—Me pregunto cuántas mentiras me habrás dicho —su tono relajado le daba escalofríos —no soy tonto Chan, que no hable y me comporte de una manera diferente solo para saber tus acciones, me permite cuestionar sobre ciertas cosas.

—Felix...

—Relájate, hasta ahora nos estamos conociendo, cada quien oculta sus cosas, y yo también lo hago, pero ¿Por qué no me dijiste que mataste al director?

Juraba que se trataba de algo más, sin embargo, si aquello sucediera, no sabía ni que hacer en ese momento, nunca imagino que caería ante sus juegos y lo colocarían como el enemigo de Felix. Cada pieza que movía se convertía en un paso hacia el abismo, no obstante ¿Hasta dónde terminaría? Si los hilos de ambos estaban conectados con los de un innombrable hombre, no había escapatoria, si no hasta que el juego finalizara y alguien cayera.

—Eres gracioso —escucha su risa, y sus pensamientos se dispersan. Era lo más hermoso que podía oír en su vida.

—¿Quieres que sea sincero? —voltea su torso y coloca la palma de su mano enfrente del rostro del omega.

Felix lo observa y detalla las cicatrices que tenía, un sentimiento nauseabundo lo embarga y pequeños fragmentos vienen a su cabeza. Los segundos transcurren y la mirada del alpha cambia a una totalmente desconocida para él.

—Mi verdadero yo, es el que tienes en frente. Un alpha que te respeta y te da tu lugar, te protege y te cuida, pero sobre todo, que te atesora en su alma como lo más sagrado que tiene, pero cuando ve a alguien tratando de hacerte daño, se convierte en un monstruo, en un alpha que no valora la vida de nadie y que mata a sangre fría sin importar el que —se detiene y se fija en su precioso sonrojo.

Omega pandillero ♡ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora