Joli sourire. ᦗ ApoMile.

{ɞ} 𝔻𝕠𝕔𝕖 :

𖥸

Las risas de Arthit, y las de Wichapas, eran las que más adoraba en estos instantes. Se había subido a la mayoría de los juegos mecánicos de la feria de la ciudad, siendo la montaña rusa la última, la que le ha dejado una sensación de náuseas al bajar las gradas y un tenue tambaleo en el cuerpo. Arthit se reía y les agarraba la mano, quedándose en medio de ellos, de Wichapas y de él, disfrutando la cercanía de sus aromas y calor, conversando acerca de la escuela, de las clases extras de matemáticas que tiene con algunos compañeros después de las clases normales; (horas extras que él ya conoce). Era el penúltimo día del mes de diciembre y el año, y lo que había querido su amado hijo, antes de terminar el año, era pasar un día entero con su papá Omega y papá Alpha.

—¿Quieres comida chatarra de la feria o de la de afuera? —consulta Bible a Arthit, que asiente y lo mira sonriente.

—No le tengo mucha fe a comer aquí. —Mile dice, arrugando la nariz.

—Una vez al año, no hace daño. Además, ¿no eras tú el que come de todo, mientras no te maten? —comenta el Alpha, enarcando las cejas con esa sonrisa mordaz que antes, e incluso ahora, es atractiva. Sin embargo, ya no hay más de esa impresión que derretía su interior como en la juventud, solo un buen recuerdo y unas ganas de golpearle la cara.

—Si, pero, yo soy yo, Arthit... Él... —ve a su hijo que lo mira devuelta, con esos ojitos de cachorro que no puede evitar soltar un sí, y que está dispuesto a todo. Mile resopla. —Que no coma en exceso cantidades de comida, y al llegar a casa, le daré algo que no le dañe su estómago... Mm, creo que igual anda medicamento en el vehículo...

Wichapas se ríe por las palabras, posando una mano en su codo, que hace que lo mire con el ceño levemente fruncido.

—Está bien, está bien. No comerá mucho. ¿Verdad, cariño? —Bible se dirige a Arthit, que los está escuchando y mirando, sonriendo por ver su interacción.

—Sí, no te preocupes, papi, sé que papá no me dará nada sin su aprobación. —responde Arthit, suavemente riendo y abrazando la pierna de su papá Alpha.

—De acuerdo. —dice, observando de soslayo al Alpha que levanta los brazos.

Sí, era sincero consigo mismo, han pasado años desde que no visita la feria en este lado de la ciudad. Y no es que no tuviera el tiempo para venir a distraerse con Arthit, y su familia, o con Nattawin y Waan, es solo que su hijo siempre le decía que no quería ir, hasta que fuera el momento. Y no sabía que en este momento, era el indiciado para acudir a la feria. Observa como Arthit carcajea al lado de Wichapas, de cómo lo incluye en la plática, a pesar de que, disfruta verlos y oírlos. El Alpha no era mal padre, se notaba el interés, la preocupación y el bienestar de su hijo, lo corrige cuando debe, y también lo remunera cuando se lo merece. Cosa que era casi todos los fin de semana, al enterarse de que Arthit ha sacado buenas notas en las tareas, los proyectos y las exposiciones de clases ante varios estudiantes y profesores. No ha sido tan difícil, como se lo imaginaba, que su hijo haya dejado la escuela en Kalasin, para trasladarse a una escuela privada de Bangkok. Extrañará a sus viejos compañeros de la escuela... Pero también le encanta conocer a los nuevos.