{ɞ} 𝕆𝕔𝕙𝕠 :

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𖥸




Una carta específica de invitación se tiende para el juego de sóftbol, de la escuela a la que concurre Waan; a Arthit y a Phakphum, quiénes se localizan en las agradables butacas del estadio, con un buen panorama al campo de juego, y una sombra grande que los cubre de la luz del mediodía. El Omega, había optado lucir una camiseta de algodón de alguna marca ilustre, blanca, con un doblez por las mangas cortas, exhibiendo su bíceps y tríceps. Pantalones formales negros, amoldados en la zona de su cadera, nalgas, y muslos, gradualmente sueltos desde la rodilla hasta los tobillos, acampanado. Y botas con tacón, de cuatro centímetros. Su suave aroma está mezclado al de su Alpha, el cual no había hecho acto de aparición. A su costado, su cachorro vestía la camisa del uniforme del equipo que es Waan, un verde musgo, con la estampa de la mascota del deporte, el nombre de la escuela en los bordes de la camisa, y el nombre del equipo situado en el lado izquierdo del pecho. Un short beige y zapatillas deportivas y calcetines blancos. A juego traía una bandolera negra cruzada.


—Hola~ —Apo se acerca a los invitados especiales de Waan, pasando una mano en el cabello de Arthit, que levanta sus manitas para saludarlo, esbozando una sonrisa, antes de volver a ver el campo, en el que se miran a los equipos reunirse. Dando a la pareja una cierta privacidad. El Alpha pasa su mano libre en la cintura de su Omega, besándolo, haciendo un movimiento de labios demandante, un beso profundo para un simple saludo de caricia casta. Algo que hace que Mile eleve sus cejas, y tome de la mejilla a Apo, alejándose con un chasquido de labios. —Hola, cariño.


—Hola amor... —respira, Mile, pestañeando. —¿Qué fue eso? —pregunta, refiriéndose al beso apasionado.


—Bueno, me gusta dejarle en claro a los demás, que pueden ver todo lo que quieran, pero no pueden besarte, y menos tocarte. —dice en voz baja, refunfuñando, solo para que Mile le escuche.


—¿Estás celoso? —Mile se echa a reír bajito, porque no se había percatado de que estaba llamando la atención de las personas a su alrededor. Tampoco es que sea tan curioso de ver su ambiente, con su hijo al lado, que lo vigila constantemente en los saltos que da en su asiento, o como se pone en pie y observa el campo de juego para ver a Waan salir. —Deja que miren. Tú lo has dicho. Además... —Mile sube su mano en una acaricia maliciosa, de la muñeca del abrigo de tela delgada de Apo, hasta su codo, mezclando el toque con un suave aleteo de sus pestañas, y el iris de sus ojos escondidos entre sus párpados, hasta levantar la mirada, y convertir sus párpados en medialunas, al sonreírle a Apo. —Tú también eres alguien que llama mucho la atención, querido, así que, estamos a mano. —le da un apretón en el hombro al Alpha que respira como si le faltara aire, controlando su respiración y postura.


Uh, eso es maldad. —agarra la mano de Mile, besando su dorso y entrelazando sus dedos. Haciéndole una seña, para que se sentara en las butacas, viendo que Arthit se aleja unos centímetros de su lugar, mirando a su hija en el campo, teniendo una reunión antes del juego. —¿Cuándo se mudará contigo?


—Después de año nuevo. —recuesta la cabeza en el hombro del Alpha, sin apartar la mirada de su hijo que gira la cabeza para verlos, y sonreírles. —Ya tengo los papeles que necesito para hacer su traslado a la escuela de Bangkok, mi madre me expresó que lo va a extrañar mucho. Ya se había acostumbrado a tenerlo cerca todos los días.

Joli sourire. ᦗ ApoMile.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora