11. Primer día de feria.

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Por la mañana nos despertamos y bajamos a desayunar, hablamos más bien poco porque Sergio parecía un muerto viviente, de que estábamos todos en el buffet ahí ya sí se espabiló un poco

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Por la mañana nos despertamos y bajamos a desayunar, hablamos más bien poco porque Sergio parecía un muerto viviente, de que estábamos todos en el buffet ahí ya sí se espabiló un poco.

- ¿Cómo habéis dormido?-Preguntó Sara mientras bebía de su café.-

- Bien, aunque los de al lado tenían la música muy alta. -Le contestó Luka.-

- Que suerte, yo he dormido fatal... Me costó la misma vida dormir, y como una señora no me quería hablar. -Dijo Sergio mirándome de reojo mientras de comía su tostada.-

- Una mierda, es que mirad, se puso a ver la tele mientras yo guardaba mi ropa y me arreglaba, échale media hora, y de que voy a meterme a la cama, empieza a hablarme, escúchame, yo me dormí a las 1 más o menos, y de que me dormí siguió hablando.-Me quejé mientras uno de los hijos de Íker me daba un donut.- Gracias peque. -Le dije con una sonrisa.-

- De nada Almu, pero no digas palabras feas, porque sino mi papá te regaña.-Íker se empezó a hacer un poco el loco.- Y, ¿tan malo es el tito Sergio?

- Vale, perdón, me tendré que lavar la boca con jabón.-Asentí con la cabeza a la pregunta.- Sí, es muy malo.

- No si ahora será culpa mía.-Dijo Sergio haciéndose el indignado.-

- Yo la verdad creo más a Almu.-Dijo ahora Vanja entre risas.-

- Normal, como para creer a Sergio.-Dijo Sara siguiendo la broma.-

- Estáis todos en mi contra.-Luke e Íker asintieron con la cabeza casi a la vez cuando escucharon a Sergio.- Illos, no os digo a donde os váis a ir porque hay niños.

- ¡A la mierda se van a ir! -Dijo el mayor de los hijos de Casillas.-

- Ves tú, el chiquillo me entiende. -Dijo y se chocaron las manos.-


De que desayunamos nos acercamos un momento a la feria mirando los caballitos más que nada por los niños de Íker, aunque bueno, Sergio y yo paramos en una caseta de tiros de escopetas, mejor dicho, me paró él de que le dije que había visto un peluche que me había gustado de un mono.

- Madre mía Sergio... ¿Sabes que puedo intentarlo yo también? -Le pregunté después de que sólo diera un tiro de ocho.-

- Que no, tú, tenme fé, te lo quiero regalar yo -Recargó la escopeta y se puso para tirar.-

- Alma cantaro, así no vas a darle a nada, déjame.-Dije para quitarle la escopeta.- Ahora presta atención.

Cogí la escopeta de plomos, una mano en la zona del gatillo y la otra en el guardamanos, apoyando ambos de mis hombros sobre la especie de "barra" que tenía, miré por la mirilla para apuntar a la zona de puntos, cuando iba a apretar el gatillo de repente noté como alguien se ponía detrás mía poniendo sus brazos alrededor de donde yo estaba, al ver sus manos apoyadas al lado de mis codos supe al momento quién era, sentía que me podía morir en aquel justo momento, uno de mis brazos empezó a temblarme, así que ya perdiendo la concentración de lo que hacía, tiré, y de milagro gané otro punto.

"Amigos" //Sergio RamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora