Esto era malo, muy malo.
Sabía que no pasaría mucho tiempo hasta que vinieran por Yang Mi, ella era muy valiosa para muchas personas.
Guarde todo lo necesario en una mochila, tenía que llevarla lejos de aquí. No podía permitir que la atraparán, sabía todo lo que podían hacerle.
No me arrepiento de haberla sacado de su casa en primer lugar, no después de ver todo lo que su padre le hace pero, si solo me hubiera hecho a un lado después de tenerla aquí nada de esto estuviera pasando.
Estuve por subir las escaleras para ir a buscarla cuándo sentí un golpe en la parte trasera de la cabeza que me hizo caer al suelo tomando mi cabeza, parpadee varias veces con la vista borrosa intentando ver quién me había golpeado.
Jae Min.
Mi cabeza daba vueltas, intenté ponerme de pie solo caí sentado al intentarlo. Me había golpeado para dejarme inconsciente pero al parecer no lo hizo con demasiada fuerza.
- ¿Que demonios...
- ¿Que pensabas hacer Jeon? -dijo mi apellido empujando mi pecho haciéndome caer de espaldas, mi cabeza aún daba vueltas.
- Alejate de ella.
- ¿Acaso pensaste que podías salvarla? -preguntó con burla de pie a mi lado con su pie sobre mi abdomen- Jeon, esa chica te llevará a la tumba si te acercas demasiado.
- Jae Min -intente quitar su pie con mis manos pero no pude, no sentía mis fuerzas igual.
- Jeon, solo debiste alejarla. Debiste de haberla dejado conmigo o llevarla con el jefe pero decidiste hacerte el príncipe azul haciéndola creer que podías cuidarla, ofreciendole tu amistad o "amor" debiste de haberla dejado de lado como a las otras.
- Si la tocas yo mismo te mataré.
El subió encima de mi quedando agachado en mi abdomen apuntando me con su pistola mi cabeza.
- Es hora de decir Adiós mi buen amigo.
- Púdrete.
- Descuida yo cuidare a la princesita por ti a partir de ahora.
Intenté quitarle el arma pero con solo ver la sonrisa que se formó en su rostro sabía que ni siquiera me daría la oportunidad de hacerlo, ambos estábamos forcejeando, el encima de mi, el cañon el arma en mi pecho, solo tenía que apretar el gatillo.
Un disparo.
Silencio.
Vi los ojos de Jae Min abriste en sorpresa, el agüero en su hombro empezando a botar sangre manchando su camisa blanca, su rostro perdiendo color con rapidez cayendo a un lado con una de sus manos en su hombro.
Me incorporé al escuchar un sollozó. Levanté mi mirada sentado en el suelo para ver Young Min quien estaba a un par de metros alejada de nosotros con un arma en sus temblorosas manos, mi arma. Su rostro lleno de lágrimas apretando el arma aún apuntado a Jae Min quien también estaba sentado en el suelo cubriendo su hombro, sus labios se curvaron en una siniestra sonrisa al verla.
////// Lee Young Min //////
Tome una respiración profunda intentando armarme de valor, tenía que ser fuerte, tenía que ayudar a Kim.
Si a él le pasaba algo yo también moriría, no puedo dejar que muera, por mi bien no puedo dejar que eso suceda.
Me di la vuelta para empezar a caminar hacia la habitación que están frente a la mía, la de Kim. Milagrosamente la puerta no tenía seguro, entre rápidamente buscando que podría servir para ayudar, revise el baño y el armario pero no fue hasta que revise una de los cajones de la mesa que estaba alado de su cama que me detuve, un arma.
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"Mafia" «Jungkook»
Aléatoire"Eres solo mía y quién se atreva a tocar lo qué me pertenece morirá"