|• Acosadora •|

2.- Primer día.

—Adrien, ¿Estas seguro que quieres estudiar fuera de la casa?—pregunto preocupada aquella mujer de cabellos azules con su característico tono serio, pero dejando en claro su evidente preocupación — Aquí estás más seguro— finalizó
—Si Nathalie, estoy seguro—Dijo con una sonrisa el rubio, tenía la esperanza que todo iba a ser tranquilo.

Nathalie solo lo vio resignada al ver que aquel joven no iba a cambiar su opinión —Solo cuidate mucho— cariñosamente lo vio retirarse de aquella a habitación que ahora estaba sola.

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Miraba la escuela con asombro, era la primera vez que iba, estaba ¿Nervioso? ¿Asustado? ¿Ansioso?, fuera lo que fuera ese sentimiento solo sabía que estaba decidido a que ese año iba ser el mejor, no podía esperar a hacer amigos, estar con personas normales como el.

Entró a aquel edificio viendo todo con asombro, realmente estaba emocionado, primer día, lo mejor que le podría haber pasado, en ese momento solo era otro chico normal dirigiéndose a una clase normal, simplemente quería llorar de la emoción en ese momento, nunca se habría imaginado algo  así.

— Bueno chicos— recitaba los labios de entusiasmo y seguridad que tanto hacia característica a aquella mujer — Hoy tenemos a un alumno nuevo entre nosotros, Adrien puedes pasar— finalizo, el joven pasó nervioso al sentir todas las miradas encima de él
— Ho-Hola— saludaba el chico nervioso mientras todos murmuraban.

"¿Acaso no es el hijo de Gabriel Agreste?"

"¿Que hace estudiando aquí?"

"No es tan guapo como en sus fotos"

"¿Me dará su número?"

"ESTOY ENAMORADA"

Sentía como su seguridad se había esfumado en un segundo y como su estómago se revolvía, ya no puedo hablar más, rápidamente busco dónde sentarse, solo alcanzó a ver un lugar vacío alado de un chico moreno
—¿Que tal viejo?— no tardo ni un segundo en saludar al rubio —Soy Nino, ¿y tu?— preguntó dejando al rubio algo impactado ¿Acaso no lo  conocía? ¿Por que no lo conocia?
— ¿No me conoces?— le preguntaba en shock, sin poder creerlo
— Na, ¿acaso eres hijo del presidente?— esbozo una risa ante su propia broma haciendo que su contrario también se riera.
— Soy Adrien— bajo la voz, se sentía raro, nunca había tenido que presentarse pues todo el mundo lo conocía.
Ese sentimiento, amo ese momento en el que no era reconocido y tenía que presentarse...

Mientras las clases transcurrían, Adrien se sentía observado, siendo que así era, no solo por sus compañeros, si no, por aquella chica de cabello azabache, cuyo nombre aún no sabía y que se sentaba tras suyo, sentía su mirada clavada, era difícil concentrarse.

Termino las clases y la lluvia se hizo presente, todos se habían ido, a excepción de aquella azabache que, al parecer, no llevaba paraguas.

—Esta lloviendo mucho, ¿eh?— comentó Adrien tratando de romper el hielo, mientras esperaba aquel carro que lo llevaba a casa.
—Si— se limitaría a responder la chica, con notable nerviosismo, —Eres Adrien ¿Verdad?— pregunto viéndolo, algo sonrojada, mientras que el rubio se limitó a asentir —Soy Marinette— comento la chica mientras veía la lluvia
— Un gustó—le respondio viendo cómo su transporte había llegado, saco su paraguas y le dio un mirada amable a aquella chica, —Parece que no paraba de llover— le dijo mientras extendía su paraguas y se lo daba a la chica — Toma, tu lo necesitas más que yo — le dejo mientras se iba al carro para irse a su casa dejando a la chica encantada, no solo eso, ¿Enamorada?, tal vez, simplemente, ese debió ser el mayor error que cometió, su amabilidad se convirtió en su perdición...

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