|• Acosadora •|

9.- Cita

"No me gustas"

•]~

[Narrador/a]

Esa carta dejaría algo confundido al rubio, se preguntaba quién la habría dejado ahí, sin tomarse más tiempo, saldría del baño disparado, tratando de encontrar a la persona que le puedo haber dejado la carta. Sin éxito ante esta acción, resignado, se dirigió a su aula, aún no había nadie ahí, todavía faltaba algo de tiempo para que las clases iniciaran. Se dirigió a su lugar con el objetivo de organizar un poco sus cosas antes de que el timbre tocara, ahí pudo apreciar como una carta estaba en la mesa de dónde está su asiento, venia en un sobre rosa que tenía escrito "Para Adrien" en este y un pequeño corazón al lado, no traía firma alguna. Abrió la carta y decía:

"Quisiera que me mires como yo te miro
Quisiera que me ames como yo te amo.
Quiero ser esa persona que te haga feliz.
Quiero que me permitas conocerte más.

En el parque a las 5 te veré,
Y ahí te esperare
no tardes"

Cada vez se sentía más confundido, las preguntas rondaban su cabeza y ninguna tenía respuesta, lo que más le intrigaba era saber si eran de la misma persona o no... O más importante, ¿era de verdad todo eso? ¿O era una simple broma? ¿Iba a ir?

Claro que iba a ir, no iba a permitir que aquellas dudas se quedaran en su cabeza, tenía que descubrir quién era aquella persona o personas que le mandaba aquellas cartas.

El timbre sonó y las clases empezaron, observo como todos empezaban a ingresar al aula, Juleka, Alix, Nino, Alya... Marinette... por alguna razón su mirada se clavó en Marinette, había algo en ella que simplemente lo hacía sentir raro, ¿tal vez incómodo?, no lo sabía, quiso ignorar aquella sensación y empezó a hablar con Nino.

-Oye Nino, creo que me invitaron a salir - comento en un susurro el joven Agreste, un poco avergonzado ante la situación.

-Uhhhh, viejo, mi niño está creciendo - respondió Nino mientras pasaba una mano sobre los hombros de Adrien y con la otra limpiándose una "lagrima" de alegría combinada de orgullo - ¿Y quién fue la afortunada? - pregunto curioso el de lentes, mientras miraba de forma picara a su contrario, algo que solo hizo que se avergonzara más, no estaba acostumbrado a esas cosas y le era difícil tocar aquel tema, eran cosas que solo habla con Nathalie y, de vez en cuanto, con su padre que hacía tiempo para estar con el de vez en cuando.

-No se - murmuro con una pequeña risa, recibiendo a un Nino confundido ante esta respuesta, antes que pudiera decir algo la clase comenzó, vaya coincidencia.

Sentía el pasar de las clases rápidas, las cartas pasaron a segundo plano hasta que pudo apreciar el sonido de la campana, que avisaba del fin de las clases.

Adrien se apresuró a salir de la escuela y pudo visualizar aquel carro que lo llevaba a su casa, y dentro de este, su guardaespaldas y la asistente de su padre. Entro al carro y este arranco.

Un debate interno surgió dentro de Adrien, decidiendo si contarle a Nathalie o no.

-Nathalie, me dejaron una nota y me invitaron a una... - le tomo un momento buscar la palabra correcta -¿Cita? - pronuncio, haciendo que la mujer volteara a ver a Adrien, lo mirándolo seriamente, el ambiente se tensó, Adrien sentía como su mirada lo penetraba de forma profunda, la tensión se disolvió cuando una pequeña risa se escapo de los labios de la mujer.

-¿Quién es la afortunada o afortunado? - comento de forma interesada mirándolo con ternura Adrien, feliz de ver a su niño crecer

-Te seré sincero, no sé, no tenía firma - Dijo un poco divertido, pero a su vez penado, mientras que Nathalie sonría algo enternecida por la situación

-Ay Adrien - sonrió dulcemente -¿Alguna idea de quién podría ser? -Pregunto Nathalie mientras volvía su mirada al frente

-Bueno, hay un chico llamado Luka, lo vi en la escuela en la mañana, pienso que podía ser el - sonrió ante ese pensamiento y un pequeño sonrojo se posó en sus mejillas. - Es un buen chico, es lindo, amable, maravilloso y... -Se callo de golpe al oír la risa de Nathalie

-Perdón Adrien, es que me recuerdas a tu padre cuando estaba enamorado de tu madre -comento con una sonrisa de ternura al escuchar al adolescente hablar de aquella persona que ahora le robaba un suspiro. - Espero que te vaya bien en tu cita Adrien - le dijo a Adrien, mostrándole el apoyo y cariño incondicional que le tenía- Deja hago un espacio en tu agenda para que puedas ir tranquilo y también le avisare a tu papá para que no se preocupe -

-Gracias Nath - una sonrisa se posó en los labios de Adrien, se sentía bien poder hacer este tipo de cosas, pero, se sentía mejor sentir el apoyo que Nathalie le dejaba, después de todo ella era la única, junto a su padre, que sabía de sus gustos.

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