|• Acosadora •|

8.- Solo

"Soy la segunda opción"

•]~

[Adrien]

La sensación que estaba siendo olvidado por mis amigos me abrumaba cada día más. No sabía que pasaba, me sentía aislado, solo y abandonado, tenía ganas de llorar, sentía que en cualquier momento eso sucedería, no sabía por qué, pero me sentía como la segunda opción de todos...

"Eres importante para mí" una mentira, "Siempre serás el primero" ya quisiera

"Te prometo nunca abandonarte", más malditas mentiras, estaba cansado de eso, sabía que nada de lo que hiciera iba a cambiar eso, simple y sencillamente por qué era "El nuevo" aquella persona que apenas había entrado al grupo, el que no sabía lo que pasaba, que no compartía anécdotas o recuerdos, no sabía nada de ellos, no conviví cuando era niño, cuando estaba en preescolar.

—Viejo, ¿Estás bien? — Escuché a Nino mientras me ponía una mano en mi hombro llamando mi atención.

—Claro, ¿por qué no habría de estarlo? — lo mire confundido, disimulando una sonrisa.

—Es que estabas llorando — Dijo Alya, preocupada.

Toque mi rostro encontrándolo húmedo— Estoy bien, solo denme un segundo, ahora vuelvo —y me fui sin dejar que dijeran más, yo sabía por qué eran esas lágrimas, pero no quería que nadie se entera por qué eran.

Entre al baño, y me encerré en uno de los cubículos, estaba realmente destrozado, mis inseguridades se dejaron caer en ese momento, todo eso que sentía y que sabía que era cierto. Nadie me consideraba importante, solo era la segunda opción, saber eso me destrozaba... Juleka tenía a Rosita, Alya a Marinette, Chloe a Sabrina... Y así continuaba.

No podía salir de ese momento que tanto me abrumaba, solo me conocían por mis fotos, por la revistas y comerciales, y por eso me "amaban".

Un rato ahí, ya un poco más tranquilo, pero aún sin ganas de salir de ahí, escuché como alguien entraba al baño, lo vi acercarse al cubículo al que estaba, y deslizó una carta, escuché como salió corriendo, miré la carta, extrañado

"Eres importante para mí" decía en el sobre.

Por un segundo olvidé mis problemas y solo leí la carta...

Mi amado

Tus lagrimas vi,

no supe cómo reaccionar,

Heridos estás

y me lástima verte llorar

Quiero que sapas que solo no estás

Mi amado siempre serás.

En las mañanas tus notas suenan

Y mi corazón se alegra

Escuchar tan linda canción

Es mi pasión

Tan claro como una melodía

Y sincero como sinfonía

La canción que mi mente nunca abandonara

Y siempre prevalecerá

Mi amado

Una vez más las lágrimas salían de mis ojos, aún que aquel poema no era una obra de arte, pude sentir que, por primera vez en mucho tiempo, era alguien importante, no por los comerciales o revistas, si no, por quienes era.

Ya no me sentía tan solo

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