Capítulo 7. ¿Cuántas Yardas de Distancia Son Necesarias?

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Jake.

Su cabello oscuro danzaba al ritmo del viento mientras llenaba el patio de la escuela con su risa y los reproches de Penn. Nunca entendí completamente por qué eran amigas. Grace, en particular, era una persona tan dulce, quizás un poco intensa, pero siempre amable y dispuesta a ayudar, aunque últimamente, no tanto. En cambio, Pennelope era un tanto insoportable, con su afán constante de controlar todo y su eterno rodar de ojos.

Siento una presencia a mi lado, y es Jason.

— La amo— suelta, no puedo evitar reír— Eres un tonto, no quiere saber nada de mi por tu culpa.

— ¿Mi culpa? —Cuestiono, Jason siempre haciéndome responsable de sus estupideces

— Desde que le rompiste el corazón a Grace, Penn no quiere saber nada de mí.

— ¿Siempre dices cosas tan bobas? — gruño, odiaba que me vinculen a Grace de esa forma, jamás le rompería el corazón a Grace, somos amigos, siempre lo hemos sido y ella no luce como si le habría roto el corazón o al menos eso creo.

Suena el timbre y es hora de ir a clases, geografía, aburrido. Al entrar a la clase, me choco con Tina, y ella me dedica una mirada y una sonrisa.

— Hola, campeón, ¿ya estás listo para el próximo partido?

— Hola, eeeh...sí, en eso estamos. ¿Y ustedes? ¿Están listas? — respondo.

— Siempre lo estamos. Hemos creado nuevas porras con las chicas. Si quieres, te puedo dar un adelanto

Escucho a Tina canturrear sus porras, pero realmente no puedo prestar atención a lo que dice. Grace está detrás de ella, al fondo, acomodando la mesa de la maestra. Nuestras miradas se cruzan, pero ella las evita rápidamente, dándose la vuelta. ¿Por qué ha cambiado tanto? ¿Por qué de un momento a otro? Siempre fue muy amable conmigo, y yo con ella. Quizás no fui tan efusivo como mis hermanos, pero somos amigos. Siempre intenté cuidarla. Era mi amiga, pero ahora lo único que recibía de ella eran monosílabos y palabras cortantes. La maestra entra a clases, y me alejo de Tina sin decirle nada. Puedo sentir su mirada sobre mí. Me siento al lado de Jason y susurro por lo bajo mientras la maestra explica los temas que trataremos hoy.

— ¿Penn te ha dicho algo más?

— ¿Qué? — dice Jason, viéndome extrañado — ¿De qué estás hablando?

— Grace. — susurro esta vez más bajo — Ya sabes, últimamente ha estado muy rara conmigo. Apenas me saluda. ¿Pudiste preguntarle a Penn?

Jason suelta una carcajada.

— ¡Señor Dickens! — Grita la maestra Bennet — ¿Nos cuenta el chiste?

— Pe... perdón. — Susurra Jason.

Veo a lo lejos a Grace y a Penn. Esta última nos fulmina con la mirada y rueda los ojos mientras le susurra algo a la pelinegra.

— ¿Y entonces? — continúo.

Bro... — suspira Jason — ya te lo he dicho. Le rompiste el corazón. Quiere alejarse de ti. Sabe de Ashley, sabe que estás enamorado, y ella está destrozada. — Me explica mi amigo. — Deja de asumir que no.

Apoyo mi cabeza en mi carpeta. ¿No podría ser cierto? ¿O sí? Lo único que sé de ese día es que Grace salió corriendo al verme con Ashley. Mamá me dijo que la vio corriendo, con la cara roja, pero no sabe si fue por verme a mí. Supe de niños que yo le gustaba a Grace, pero al pasar los años, ella dejó de sentir eso.

Al culminar la clase, sé que tengo que arreglar las cosas. Nos conocemos desde niños, casi podría decir que es como de la familia. Mi mamá la quiere mucho, y Mike y Mark dicen que es la niña más genial. A papá, bueno, a papá casi nada le interesa. Ya no puedo soportar la distancia de Grace, es ahora o nunca.

Quiéreme A Tu ManeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora