Capítulo 11. Voluntaria.

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2007

El bullicio del primer día de clases llenaba los pasillos, marcando el comienzo de nuestro último año de secundaria. No puedo evitar sentir una mezcla de emoción y nostalgia al pensar en cómo ha pasado el tiempo. A insistencia de Penn, decidí darle un toque dulce a la jornada, así que traje una bandeja de brownies recién horneados. Mis compañeros de clase se agruparon a mi alrededor, ansiosos por probarlos.

De repente, unos ojos celestes captaron mi atención mientras se acercaban a mí.

—¿Brownies para empezar el último año? Eres increíble, Grace —comenta Jake, tomando uno de los dulces.

Sus palabras se cuelan en mi mente, trayendo consigo una oleada de emociones confusas. ¿Por qué me hace sentir así? Me pregunto mientras me esfuerzo por mantener la calma. Jake siempre ha sido un enigma para mí, una mezcla de sentimientos que no he logrado descifrar por completo.

El peso de la advertencia de Ashley me recuerda que estamos separados por líneas invisibles, que no deberían cruzarse. Opto por mantener una sonrisa en mi rostro, pero por dentro, la incertidumbre comienza a agitarse. No quiero causar más problemas, ni tampoco quiero ser el centro de más conflictos.

Una vez que todos tomaron sus brownies y la charla se animó, me siento junto a Penn, como de costumbre. Jake y Jason ocupan los asientos detrás de nosotras, y pronto el pelinegro comienza a patear el lugar de Penn, tratando de captar su atención, un objetivo que esta por lograr.

—¡Diablos, Jason, deja de empujarme! —exclama Penn, girándose para enfrentarlo, solo para ser recibida con una sonrisa triunfante.

—No estoy haciendo nada, Penn —responde Jason con una sonrisa en los labios, mientras Jake a su lado lucha por contener la risa.

—Claro que sí.

—Claro que no —contradice el chico, y Jake parece estar de acuerdo con él, con un leve asentimiento.

—¡Claro que sí! Y Grace puede confirmarlo, ¿verdad? —interpone Penn, dirigiéndome una mirada desafiante. Asiento rápidamente.

Justo cuando estoy a punto de decir algo, la puerta de la clase se abre de par en par, revelando al director de la escuela y a un chico con la cabeza llena de rizos. Todos los murmullos cesan al instante, y el director toma la palabra.

—¡Buenos días a todos! Espero que hayan disfrutado de sus vacaciones de verano. Como saben, este es un año muy importante para ustedes, su último año de secundaria. Y como siempre, queremos darles la bienvenida de la mejor manera posible. Este es Liam Wilson, nuestro nuevo estudiante de intercambio.

El director pronuncia el nombre con orgullo, como si fuera un trofeo. Liam asiente con una sonrisa tímida.

El murmullo de la clase comienza nuevamente, con algunos susurros de curiosidad sobre el recién llegado. Penn me mira con una ceja levantada, como si esperara una reacción de mi parte, una extraña sensación de intriga se apodera de mí. Es realmente atractivo, su cabello castaño claro, rizado esta despeinado de manera casual, enmarcando unos ojos azules cálidos y expresivos que irradian determinación y una chispa de ternura.

—Liam viene de Sidney, Australia. Realmente espero que todos lo integren al grupo —dice el director con una sonrisa.

En ese momento, Penn se acerca a mí con una expresión divertida

—Claro que vamos a integrar a ese bombón australiano —bromea con una risita cómplice.

—Vaya, señorita Richards, veo que se ofrece como voluntaria para guiar a Liam por la escuela—Interviene el director mientras nos mira con curiosidad.

Quiéreme A Tu ManeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora