Capítulo 14. Es lo mejor ¿verdad, Grace?

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Jake.

No sé en qué momento se me ocurrió cargar a Grace en mi hombro. Sus quejas resuenan en mis oídos, cada palabra una pincelada de irritación y confusión. ¿Qué diablos estoy haciendo? Mis músculos se tensan mientras intento mantenerla firme sobre mi hombro, su peso inesperado haciéndose sentir con cada paso. ¿Por qué bebió así? Ahora me encuentro en medio de un torbellino, la voz persistente de Grace exigiendo ser liberada, y la presencia acusadora de Ashley, quien no parece estar dispuesta a dejarme en paz.

—Jake, ¿qué demonios estás haciendo? —La voz de Ashley suena como una sirena irritante, perforando mis tímpanos mientras intento mantener mi compostura.

Intento ignorarla y me concentro en Grace.

—¿Puedes dejar de moverte, Grace? Si te suelto, te caerás—murmuro, tratando de calmarla.

—No me importa, Jake. Suéltame— insiste Grace, arrastrando su voz en un tono entre molesto y preocupado, a penas puede pronunciar correctamente.

—Jake, en serio, ¿qué estás haciendo? — Ashley sigue insistiendo, su tono lleno de indignación.

—Ashley, por favor, cálmate —imploro, tratando de contener la situación mientras sostengo a Grace—. Ella solo necesita llegar a casa segura. No es el momento para discutir.

—Pero ¿qué estás pensando? —insiste Ashley, con un tono que denota preocupación fingida—. No puedo dejar que hagas esto, Jake. ¿Qué dira el resto viéndote cargar a una chica ebria por la calle?

Trago saliva, sintiendo la mirada de Ashley penetrar en mí. Sé que está tratando de manipular la situación, pero también sé que ya no quiero pelear con ella, debo ser un buen novio.

—No creo que les preocupe mucho que quiera cuidar a una amiga—respondo, tratando de mantener mi voz firme—. Y eso es lo que estoy haciendo. Ahora, por favor, déjame ocuparme de esto.

Ashley parece vacilar por un momento, su expresión cambia de indignación a preocupación genuina. Por un instante, me pregunto si realmente está preocupada por Grace o si tiene otros motivos. Pero no tengo tiempo para reflexionar sobre eso ahora. Mi prioridad es asegurarme de que Grace esté bien.

—¿Puedes callar un momento, rubia? —suelta Penn, con una sonrisa burlona mirando a Ashley—. Tus consejos son tan útiles como una sombrilla en un huracán.

—Disculpa —responde Ashley con un deje de desdén—. Pero tal vez deberían considerar opciones menos, ¿cómo decirlo?, pintorescas para ayudar a tu amiga ebria.

—Oh, claro, porque tú eres la experta en seguridad, ¿verdad? —dice Penn con sarcasmo, cruzándose de brazos—. Supongo que ser la reina de la precaución te da derecho a juzgar a todos los demás.

—¡Basta, ambas! —gruño, tratando de imponer orden en medio del caos.

—Jake, yo puedo llevarla —se ofrece Liam, pero su propuesta solo aumenta mi frustración. Él debió cuidar a Grace.

—Ella está así por tu culpa. Deja de crear más problemas y aléjate de ella —respondo con voz tensa, sintiendo el peso de la responsabilidad en mis palabras.

Continúo caminando hacia el auto de Jason mientras escucho las quejas de Ashley tras de mí. Cuando llegamos al auto, acomodo a Grace en el asiento trasero, pero ella sigue murmurando cosas sin sentido.

—¿Te irás con ella? —pregunta Ashley, su tono lleno de molestia.

—Sí, me iré —respondo con firmeza, sintiendo la tensión en el ambiente.

Ashley suelta un suspiro y empieza alejarse, molesta por mi decisión, la sigo de cerca. No quiero que las cosas terminen así, así que la alcanzo rápidamente, tratando de mantener la calma.

Quiéreme A Tu ManeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora