Capítulo 19. ¡Mariscal afuera!

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Jake.

Jason no deja de fastidiar, mientras me lanza su botella de agua. Joe, otro chico del equipo, le lanza el balón a Jason, haciendo que todos carcajeemos.

—Bueno, muchachos, vamos a entrenar —digo, levantándome y sacudiéndome el césped de los pantalones cortos.

—El entrenador no vendrá —dice Jason, con una mirada juguetona.

—Igual vamos a entrenar —respondo, con firmeza—. No necesitamos que nos esté encima todo el tiempo para mejorar.

Jason se encoge de hombros, pero se pone de pie. Joe le sigue el ejemplo, y pronto todos estamos en el campo, calentando. Nos dispersamos en el campo, pasando el balón y haciendo ejercicios de calentamiento. La risa y las bromas continúan, pero mi mente esta en otro lado, todo el tema en casa con papá, Ashley en su fiesta pidiéndome más y Grace, todo ha cambiado en ella y aun así la extraño.

—¡Eh, Jake! —grita Charles, lanzándome el balón—. Despierta, bro. Tienes una pelota que atrapar.

Atrapo el balón justo a tiempo, sacudiendo la cabeza para despejarme los pensamientos. Sin embargo, mi distracción no pasa desapercibida.

—Vamos, Jake, estás más despistado que nunca —dice Jason, riéndose mientras me da una palmada en la espalda— ¿Acaso no puedes quitarte la noche con Ashley de la cabeza?

Todos ríen, y cuando estoy por responder, veo a Liam caminando hacia nosotros. Irresponsable. El entrenamiento comenzó hace más de media hora y él recién aparece por aquí, como si ser de intercambio le diera algún tipo de corona. Siempre supe que no era buena idea que entrara al equipo.

—¿Te dormiste, Wilson? —le grito, tratando de imitar su acento australiano. Mis compañeros estallan en carcajadas. Sé que quizás estoy abusando un poco de ser el mariscal de campo, pero sinceramente no me importa.

Liam acelera el paso hacia nosotros, y por su expresión seria, parece que no le ha hecho gracia la broma.

—Jake —dice Liam al llegar a mí, su voz baja pero cargada de tensión—. Necesitamos hablar.

—Bueno, cualquier justificación será después del entrenamiento. Espera en las bancas —respondo, cruzándome de brazos.

Liam se acerca más, sus ojos fijos en los míos.

—No, es sobre Grace —responde, sin rodeos.

¿Grace? ¿Qué tiene que ver Grace en todo esto? Intento ocultar lo curioso que me siento y suelto un bufido.

—¿Qué tiene que ver ella acá? —hago una mueca—. ¿Vendrá a jugar por ti o qué?

Todo el equipo vuelve a reír. Liam da un paso adelante, su mandíbula apretada. Puedo ver la determinación en sus ojos, y por un momento, me siento retado.

—Bien —eleva el tono de su voz—. Más bien, ¿qué tienes que ver tú con ella?

Mierda. ¿Qué ha pasado? La tensión en el aire es palpable, y todos alrededor empiezan a murmurar, esperando ver cómo se desarrolla esto.

—¿Qué quieres decir con eso? —respondo, tratando de mantener la calma, aunque mi mente está a mil por hora.

—Jake, sé que has estado interfiriendo —dice Liam, su voz firme—. Grace y yo estamos juntos ahora. Y necesito que respetes eso. Deja de enviar amenazas para manipularla.

—¿Interfiriendo? —repito, sintiendo una oleada de frustración— No tengo ni idea de lo que dices, hombre.

Liam da un paso más cerca, y puedo sentir su enojo.

Quiéreme A Tu ManeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora