Shut up - Winrina (omegaverse)

𝑞𝑢𝑎𝑡𝑡𝑟𝑜.

Karina

Había escuchado desde pequeña la extraña historia que su abuela relataba mientras le trenzaba el cabello. En ese momento tenía sólo cinco años por lo que intentaba comprender pese a lo enredado que era en su cabeza todo el contenido que se le estaba entregando. 

Podía ver como la mujer de edad avanzada acariciaba su cabello comenzando con el relato mientras le pedía que cerrara los ojos, era hora de su historia antes de dormir:

— Cuenta una leyenda que en este mundo existen las almas predestinadas. Estas almas se corresponden a lo largo de sus vidas y cuando se encuentran es un amor que pasa fronteras, puedes sentir amor por otras personas, pero el de tu alma predestinada será profundo y sincero.
Es difícil encontrar a este tipo de pareja, puede que cuando tú estés muriendo, él recién esté naciendo, pero si le topas en algún momento cachorra, no le dejes ir. Te va a llenar de felicidad y tu alma se va a entrelazar para la eternidad con este. Yo nunca he podido toparme con la mía, pero sé que si pudiera todo sería tan wow.

Y ahí fue cuando mil dudas atravesaron su cabeza, su abuela había casado, había tenido hijos, ¿Era posible que estos no hayan sido completamente deseados? Y como si su abuela leyera su mente siguió hablando.

— No malinterpretes cachorra, uno puede enamorarse. Yo a tu abuelo lo amé de una forma tan profunda, pero ambos teníamos claro que no éramos el predestinado del otro. Y es que si uno esperara por siempre a su predestinado, se te podría pasar la vida en ello.

Sin decir nada algo seguía pasando por su cabeza, por lo que se atrevió a preguntar.

— Abuelita, ¿Cómo es que uno sabe quién es su predestinado?

— Es casi una leyenda pero muchos dicen que es como si el tiempo se detuviera ante tus narices, afortunados son los que logran encontrarlo. A veces es tan imperceptible que sólo una de las partes es quién logra reconocerlo. A dormir.

Luego de años, podía traer las palabras de su difunta abuela a la realidad, al momento en que sus ojos se toparon con Minjeong, ¿Qué era lo que estaba sintiendo en ese momento?

Vio como Nini y su novio procedieron a adelantarse a ellas por lo cual les siguió más atrás con la más baja, veía como esta cargaba su bolso con difultad mientras se quejaban en bajo de sus brazos de fideo y de su nula fuerza, se sabía que los omegas tenían mucha menos que un alfa pero le estaba haciendo gracia la forma en que esta se quejaba.

Se acercó a la otra para quitarle el bolso con suavidad poniéndolo en su hombro.

— Déjame ayudarte un poco.

— Muchas gracias Karina

Se atrevió a decir la otra esbozando una sonrisa, pudo notar como ella era mucho más tímida de lo que uno pudiera llegar a pensar, por lo que decidió acercarse poco a poco.

Durante el camino pudo ir hablando con la otra, la mente de esta mujer era bastante fascinante. Le gustaban los mismos grupos musicales, compartían el amor por la comida, las películas de horror, entre otras. En cuanto ya habían llegado a la frontera por donde entraron no podía evitar no querer irse, quería seguir conociéndola por lo cual
se debatía en sí pedir algún tipo de contacto o mejor dejarlo por la paz y que si el destino quisiera las volviera a unir. Pero bueno, Karina nunca se había caracterizado por quedarse con las ganas. 

— Espera. 

Antes de que Nini atravesara la frontera, volteo para mirar a Minjeong y con dificultad hablar. 

—  ¿Podríamos seguir hablando? 

Cuando la otra asintió extendiendole su celular, escribió rápidamente su número en este para luego devolverselo a la otra sonriendo con timidez.

— Voy a esperar ansiosa tu mensaje, lo prometo. 

Luego atravesó rápidamente la frontera tomando su forma lobuna, una loba grande y blanca se dejó perder entrando en su territorio, una vez supo que Nini venía detrás de ella la escoltó hasta su hogar procurando que la otra llegará en una pieza. Pudo ver como esta la abrazaba antes de apretarle una de las orejas de lobo que poseía. 

— Gracias por ser una buena amiga Kar, espero pronto puedas comentarme que verga te paso con Min ahí, porque si, apestabas a algo, algo raro, algo que no puedo explicar en este momento pero quiero esperar a que tú me lo digas, no te forzaré. 

Resopló antes de comenzar a alejarse, debía llegar a casa aún. La verdad es que no le había ni avisado a su padre el hecho de que ese día saldría por lo cual al llegar comenzó a entrar despacio tomando su forma humana para poder ser más ligera. Una vez llegó a su habitación suspirando, se atrevió a pensar que su padre no estaba. Pero ahí estaba sentado en una esquina de su cuerto, se había apoderado de su sofá. 

— Ehm, yo puedo explicarlo. 

Trato de buscar una explicación rápidamente por lo cual comenzó a tartamudear a lo que su padré gruñó, callandola por completo. 

—  No sé donde estabas señorita, sólo sé que debes avisar, Karina por Dios, hemos hablado de esto mil veces. Confío en tus decisiones pero piensa en el mal momento que me haces pasar cada vez que sales por esa puerta sin decirmelo. A la próxima espero puedas ser sincera y decirme que verga estás haciendo en este momento. 

Y sin más abandono su cuarto. En ese momento pudo acostarse pensando también en que estaba haciendo, ¿Era correcto? Su corazón hoy se había sentido tan bien, pudo sentir a su lado de loba llorar cuando pudo ver la figura de la otra. 

¿Qué mierda le estaba pasando? Cada vez caía aún más pensando en esta u otra alternativa, sólo podía pensar en cómo se sintió. En cuanto vio a la otra no podía dejar de pensar en su abuela y esa absurda historia que le contó desde que era niña, era casi imposible y casi baboso. La otra era espectacular, sería muy tonto si el destino no le daba un gran alfa que le mereciera. Min era perfecta, esa piel lechosa que quería seguir viendo, y como si le estuviera manifestando un mensaje llegó a su móvil. 

 "Hola, me diste tú numero para hablar y sólo quiero saber el cómo llegaste, ¿Fue muy complejo atravesar todo ese camino? "

En cuanto leyó el mensaje no pudo más, debía sonreír mientras acercaba su celular a su pecho, ¿Qué le estaba pasando? 

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Este capítulo va dedicado a mi nena, porque encontrarte fue tan inesperado, porque amarte fue tan intenso, que siempre quedará en mi mente. Te amo mi predestinada.