01- VOLVER AL PRESENTE - SUEÑOS

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𝘌𝘶𝘯𝘩𝘰

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𝘌𝘶𝘯𝘩𝘰

Pasé una mano por mi rostro, intentando que mi mente volviera al presente y dejara de divagar en aquel sueño. Me sentía condenadamente mareado y el pulso se martillaba en mis oídos, pero, pese a todo, mis manos no podían contener el impulso irrefrenable de escribir. Algo. Cualquier cosa. Lo que sea que pudiera vaciar ese sentimiento de asfixia que sentía en mi corazón.

Esa sensación... como si al despertar me faltara algo...

Estiré una mano hacia una mesilla al otro lado de la cama, tanteando a ciegas hasta dar con las condenadas gafas.

Una vez que las coloqué en el puente de mi nariz, parpadee, mientras mi vista se ajustaba al incremento de visión. Observé casi con curiosidad aquella habitación en la que despertaba cada día, como si fuera la primera vez, igual que cada mañana luego de abrir los ojos.

Todos mis sueños se sentían reales, al punto de que a veces, me despertaba con las sensaciones de mis últimos recuerdos arremolinándose en mi cabeza, lo que me provocaba que perdiera de vista la realidad; aún así, ninguno de ellos se había asemejado nunca a algo como éste último sueño.

Casi por inercia, paseé una mano por mi cuello, deslizando las yemas de mis dedos por mi piel, justo como 𝘦́𝘭 había hecho.

Automáticamente sentí como mis mejillas ardían, y enterré la cabeza entre mis brazos, mientras tironeaba suavemente de mi pelo.

¿Me estaría volviendo loco...?

Sentí como si me estuviesen quemando la piel con brazas; el calor subiendo intensamente por mi cuello hasta mis mejillas.

Tal vez sí me había vuelto loco.

[...]

Me asomé a la terraza, respirando el aire fresco con la esperanza de que limpiara tanto mis pulmones como mi mente

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Me asomé a la terraza, respirando el aire fresco con la esperanza de que limpiara tanto mis pulmones como mi mente.

Los recuerdos de aquel sueño aún me perseguían, pero comenzaba a sentirme más relajado.

El aroma de la primavera y la tímida calidez del sol comenzaban a derretir lentamente la nieve en las aceras. Aún así, de vez en cuando un frío copo de nieve se deslizaba de las escasas nubes que flotaban en el cielo.

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