Next2 U [Actualización Diaria]

02- ¿QUÉ ERES PARA MÍ?

𝘌𝘶𝘯𝘩𝘰

Abrí los ojos, con una sensación extraña que parecía prevalecer incluso después del sueño.

Me levanté, frotando mi cara e intentando despertarme. Pensé en preparar un café, pero deseché la idea ni bien vi la hora en el reloj despertador.

04:00 a.m

Volví a recostarme, imaginando que no podría dormirme; pero mis ojos pesaban y acabé rindiéndome al sueño.

𝘜𝘯𝘢 𝘪𝘮𝘢́𝘨𝘦𝘯 𝘥𝘪𝘧𝘶𝘴𝘢 𝘢𝘱𝘢𝘳𝘦𝘤𝘪𝘰́ 𝘧𝘳𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘢 𝘮𝘪́. 𝘗𝘰𝘥𝘪́𝘢 𝘰𝘪́𝘳 𝘳𝘪𝘴𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘧𝘰𝘯𝘥𝘰.

—¡𝘕𝘢𝘫𝘢𝘬! ¡𝘋𝘦𝘷𝘶𝘦́𝘭𝘷𝘦𝘮𝘦 𝘮𝘪𝘴 𝘭𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴! -𝘮𝘦 𝘴𝘰𝘳𝘱𝘳𝘦𝘯𝘥𝘪́ 𝘢𝘭 𝘦𝘴𝘤𝘶𝘤𝘩𝘢𝘳 𝘮𝘪 𝘱𝘳𝘰𝘱𝘪𝘢 𝘷𝘰𝘻.

—𝘝𝘦𝘯 𝘱𝘰𝘳 𝘦𝘭𝘭𝘰𝘴 𝘴𝘪 𝘵𝘦 𝘢𝘵𝘳𝘦𝘷𝘦𝘴, 𝘌𝘶𝘯𝘩𝘰... -𝘭𝘢 𝘷𝘰𝘻 𝘱𝘳𝘰𝘷𝘰𝘤𝘢𝘵𝘪𝘷𝘢 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘰 𝘴𝘦 𝘦𝘴𝘤𝘶𝘤𝘩𝘰́, 𝘤𝘢𝘶𝘴𝘢́𝘯𝘥𝘰𝘮𝘦 𝘶𝘯 𝘦𝘴𝘤𝘢𝘭𝘰𝘧𝘳𝘪́𝘰 𝘺 𝘢 𝘭𝘢 𝘷𝘦𝘻 𝘶𝘯 𝘤𝘢𝘭𝘰𝘳 𝘢𝘨𝘳𝘢𝘥𝘢𝘣𝘭𝘦 𝘦𝘯 𝘮𝘪 𝘱𝘦𝘤𝘩𝘰.

𝘊𝘰𝘯𝘰𝘤𝘪́𝘢 𝘦𝘴𝘢 𝘷𝘰𝘻.

—¡𝘠𝘢 𝘷𝘦𝘳𝘢́𝘴!

𝘊𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘦𝘨𝘶𝘪́ 𝘷𝘦𝘳 𝘤𝘰𝘯 𝘯𝘪𝘵𝘪𝘥𝘦𝘻, 𝘮𝘦 𝘦𝘯𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢𝘣𝘢 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘱𝘪𝘴𝘰, 𝘤𝘰𝘯 𝘦𝘭 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘰 𝘱𝘦𝘭𝘪𝘯𝘦𝘨𝘳𝘰 𝘴𝘰𝘣𝘳𝘦 𝘮𝘪́, 𝘱𝘳𝘦𝘴𝘪𝘰𝘯𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘮𝘪 𝘵𝘰𝘳𝘴𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯𝘢 𝘮𝘢𝘯𝘰, 𝘺 𝘳𝘦𝘢𝘤𝘰𝘮𝘰𝘥𝘢́𝘯𝘥𝘰𝘴𝘦 𝘶𝘯 𝘮𝘦𝘤𝘩𝘰́𝘯 𝘥𝘦 𝘴𝘶 𝘱𝘳𝘰𝘱𝘪𝘰 𝘤𝘢𝘣𝘦𝘭𝘭𝘰 𝘢𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘮𝘪𝘳𝘢𝘳𝘮𝘦.

—𝘋𝘦𝘧𝘪𝘯𝘪𝘵𝘪𝘷𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘮𝘢́𝘴 𝘨𝘶𝘢𝘱𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘭𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘱𝘶𝘦𝘴𝘵𝘰𝘴~ -𝘴𝘦 𝘣𝘶𝘳𝘭𝘰́.

—𝘕𝘢𝘫𝘢𝘬... -𝘮𝘦 𝘷𝘪 𝘢 𝘮𝘪 𝘮𝘪𝘴𝘮𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘷𝘦𝘪𝘯𝘵𝘦 𝘢𝘯̃𝘰𝘴, 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘴𝘶𝘦𝘭𝘰, 𝘴𝘶𝘫𝘦𝘵𝘢𝘥𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘶𝘯 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘰 𝘺 𝘤𝘰𝘯 𝘭𝘢𝘴 𝘮𝘦𝘫𝘪𝘭𝘭𝘢𝘴 𝘳𝘰𝘫𝘢𝘴- 𝘴𝘶𝘦́𝘭𝘵𝘢𝘮𝘦...

𝘌́𝘭 𝘴𝘦 𝘢𝘤𝘦𝘳𝘤𝘰́ 𝘢 𝘮𝘪 𝘳𝘰𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘺 𝘣𝘦𝘴𝘰́ 𝘮𝘪𝘴 𝘭𝘢𝘣𝘪𝘰𝘴, 𝘫𝘶𝘨𝘶𝘦𝘵𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘮𝘪 𝘭𝘦𝘯𝘨𝘶𝘢 𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘳𝘢𝘴 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘢𝘴 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘪𝘳𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘴𝘦 𝘦𝘯𝘳𝘦𝘥𝘢𝘣𝘢𝘯. 𝘚𝘦 𝘴𝘦𝘱𝘢𝘳𝘰́ 𝘢𝘱𝘦𝘯𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘳𝘦𝘤𝘶𝘱𝘦𝘳𝘢𝘳 𝘦𝘭 𝘢𝘪𝘳𝘦.

—𝘕𝘰 𝘢𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘰𝘣𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘣𝘶𝘴𝘤𝘢𝘯𝘥𝘰 -𝘮𝘶𝘳𝘮𝘶𝘳𝘰́ 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢 𝘮𝘪 𝘣𝘰𝘤𝘢.

Desperté en mi cama, con las mejillas ardiendo.

Por muy sueño que fuera, lo vivía como realidad.

—Ese chico... -murmuré, cubriendo mis labios con una mano y frotando mi pelo con la otra- ¿Quién se cree que es?

Mi corazón bombeaba al ritmo de un auto de carreras.

¿Por qué me parecía que esta sería una nueva rutina?

Me pregunté si estaría por tener un paro cardíaco.

—Uggg... ¿qué voy a hacer con ésto?

¿Podía alguien enamorarse en un sueño?

—Con que Najak... -susurré. Me gustaba ese nombre.

[...] (Algunas semanas después)

—... ¿Y sabes qué Flint? -le pregunté al mesero- Lo peor de todo es que tengo un novio que no existe, ¿puedes creerlo? -finalicé, golpeando el vaso contra la barra.

—¿Otro vaso, Eunho? -asentí.

—Por favor.

Me lo bebí de un tranco. Posiblemente amanecería con la peor resaca de la historia. Pero no importaba. Eso sería un problema de mi yo futuro, así que, ¿por qué no disfrutar un rato más?

Lo único que sabía es que ahora mismo, solo tenía ganas de olvidar por un rato.

Regresé a casa y me lancé a la cama sin siquiera quitarme la ropa. Sentí el alcohol haciéndome efecto, aunque había otra emoción que me invadía con más fuerza y que no acababa de gustarme porque, claro, era la soledad.

Me sentía muy vacío ya que, al percibir esos sueños como una realidad, mi confusión cada vez que despertaba y ese chico no estaba conmigo, eran inmensos.

Claro que, el dolor que sentía en el pecho durante el día por no verle era mucho peor.

Había una opresión constante hecha un nudo que me atravesaba por dentro, y el único momento en el que era feliz, era cuando cerraba los ojos y al abrirlos lo descubría observándome con una sonrisa.