Alexa;Mis intentos de moverme en la cama son inútiles, no es hasta que abro los ojos que descubro que hay un chico a mi lado; el cual me aferra a su cuerpo con fuerza. No tardo mucho en recordar que estoy en el departamento del desconocido que me proporcionó el mejor sexo de mi vida. Sonrío como estúpida y me volteo, —aprovechando que disminuyó la fuerza de su agarre—para poder observarlo mejor. Anoche no puede notarlo, pero ahora, y desde mi pocisión, puedo distinguir varias pecas casi imperceptibles en su rostro. Me veo tentada a acariciarlo, sin embargo, me detengo. Salgo de la protección de sus brazos y busco mi ropa por todo el departamento y me veo obligada a tomar prestado unos pantalones y camisa prestados; ya que mi hermoso vestido ha desaparecido.
¿Dónde está? He aquí las consecuencias de estar tan excitada anoche. Recojo mi pelo en una coleta alta y lavo un poco mi rostro, pues la idea de salir a la calle como un mapache, no es algo que me agrade. Milagrosamente encuentro mi cartera y antes de marcharme, tomo el labial que llevo en esta para escribir un breve mensaje en el enorme espejo que se encuentra en la habitación:
"Fue una noche increíble, chico del cual desconozco el nombre."
Tomo mi celular mientras voy camino a mi departamento en un taxi. Tengo miles de llamadas y mensajes de las chicas. ¿Por qué se preocupan tanto? Bueno... Supongo que no es normal para ellas que sean las diez de la mañana y que yo siga sin dar señales de vida; hasta cierto punto, no las culparía, no suelo quedarme con nadie a dormir después de tener sexo. Me acomodo en el asiento del taxi y me permito pensar en el sexy pelirrojo que me proporcionó los mejores orgasmos de mi vida. ¿Será posible que nos volvamos a encontrar? ¡Por Dios, Alexa! ¿Desde cuándo te interesa repetir un encuentro íntimo? Meneo la cabeza y continúo ignorando el molesto sonido de mi celular.
Al abrir las puertas de mi departamento me encuentro con tres pares de ojos sobre mí. Les regalo una hermosa sonrisa, y digo hermosa porque es imposible que algo que venga de mí pueda ser feo. Contengo las ganas de bostezar y agrego:
—Buenos días...
—Oh... Pero si es la chica que no contesta mensajes. —ironiza Alana, lleva puesta unas gafas de sol. ¿Tanta resaca tiene? Soy consciente de que ayer bebimos hasta el agua de los floreros; pero yo no me siento tan mal. Obviando lo adolorido que tengo el cuerpo y la entrepierna, todo está bien.
—¿Qué puedo decir...? Mientras ustedes llenaban el grupo de mensajes mostrándome preocupación, yo estaba muy cómoda entre los brazos del pelirrojo más sexy que pude haber conocido. —agrego, Camille niega con una sonrisa, Alana se golpea la frente y Anastasia deja escapar un suspiro de resignación.
—Podías haber respondido con un "estoy bien" al menos. Siempre vuelves antes de las cinco de la mañana y ya son las once. ¿Te imaginas lo mal que lo hemos pasado? Eres insoportablemente arrogante, pero...—interrumpo el intento de discurso cursi de mi hermana, porque tengo planeado seguir durmiendo y todo esto le resta segundos a mis horas de sueño.
—Yo tambié te quiero, An, las quiero a las tres; pero he venido de pasar una noche increíble y ahora lo único que me pide mi hermosísimo cuerpo, es dormir y pienso hacerlo hasta mañana. —Les digo y acto seguido camino hasta mi habitación. Me despojo de la ropa del pelirrojo y después de tomar un baño, y llenar mi estómago; me permití descansar.
Y como lo dije, lo cumplí, cuando recuperé la consciencia, ya era lunes. Mis energías estaban restauradas y ya ni siquiera quedaba rastro de cansancio en mi cuerpo. Mi trabajo es algo que aprendí a amar, se me da bien hablar con las personas, además, soy políglota, lo que me permite desempeñar mi trabajo en el hotel con mayor facilidad. Las siguientes semanas pasaron con gran rapidez y cuando me di cuenta, ya habían pasado dos meses. ¿Lo peor de todo? No habíamos podido repetir la salida, ya que Alana se enfermó, Anastasia tenía demasiado trabajo, Camille y yo no queríamos salir sin ellas, así que, tocaba esperar a que ellas se encontrar disponibles. Mucha fue mi alegría cuando quedamos en salir este fin de semana, sin embargo, no todo sería como yo pensaba...
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¿Casualidad, destino o mala suerte? [Libro #3] [Saga Bebé] +18 ✅
Teen FictionAlexa Sullivan es una alocada chica de veintitrés años que disfruta vivir su vida al máximo. No se limita en nada, hace lo que quiere y cumple con cada meta que se propone. Así que, ¿qué tiene de malo salir con sus amigas y pasar la mejor noche de s...