Zelda, una hermosa joven, y princesa de hyrule, llevaba bastante tiempo viajando junto a su ex caballero personal, Link, un joven bastante callado que no solía hablar mucho.
durante su viaje, muchas cosas pasaban por la mente de Zelda, y una de esta...
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-y bien? Cómo me veo?- pregunto Zelda a link mientras le modelaba un conjunto de ropa, el cual, estaba compuesto por unos pantalones algo ajustados de color negro con detalles decorativos en color gris, y una blusa de mangas largas color azul, con un hermoso diseño de artes hylianas en el centro.
Link la observaria de arriba a abajo en silencio -... No se ve igual... A tus otras ropas?- la miraría inclinando la cabeza.
Esto le gustaba mucho a Zelda, Link se veía tierno haciendo dicho gesto, eso la hacía sonrojar levemente y sonreír, pero ahora no tenía tiempo de embobarse mirando el rostro de Link, tenía que decirle que estaba equivocado -no, Link. esta tiene un diseño más acertado al arte hyliano antiguo!- decia ella mientras miraba a Link con una mirada de esas que pone un maestro cuando te dice que tu repuesta es equivocada.
-weno- Link bostezaba de sueño y aburrimiento, sueño porque estuvieron viajando la noche anterior, y aburrimiento de ver a Zelda ponerse ropas bastantes similares a las que ya tiene, lo cual, era algo molesto, pero después de todo era Zelda, no podía negarse y hacerla sentir mal.
Zelda se miraría una décimo tercera vez al espejo, ya decidida a comprar el atuendo, se acerca a Link -link, me pasas las rupias porfavor?- decía extendiendo su mano.
Link sin decir una palabra, ni quejarse, le entrega una bolsa con rupias.
-gracias!-
Luego de finalizar su compra, decidieron ir a comer algo en una cabaña dentro del pueblo donde estaban, la cual tenía un enorme cartel de madera que ponía: cabaña de la abuela! Claramente un restaurante...
Se acercaron al sitio, era bastante bonito, era tranquilo, pero con la suficiente clientela para pensar que era un bar, escogieron una mesa libre y se apresuraron a pedir ambos un estofado especial.
-link, crees que la persona que cocina aquí sea una señora mayor?- pregunto Zelda bastante dudosa.
Link la miraría en silencio, luego de salir de sus pensamientos le responde -no sé, tal vez...- volvería a meterse en sus pensamientos mientras permanecía en silencio con los ojos cerrados y algo reclinado sobre la silla con los brazos cruzados.
-de seguro es una abuelita que cocina con mucho amor, su comida ha de ser muy sabrosa!- decia Zelda con gran ilusión.
Tras unos minutos de espera les llega su orden, Zelda se veía maravillada con la wena pinta que tenía el estofado, sin pensarlo 2 veces, volvería a ver a Link, quería ver su expresión tierna sobre la comida, pero se llevaría una sorpresa al ver que Link se había quedado dormido, tan cansado estaba que no aguanto más y se durmió un ratito a esperar la comida, claro que ya la comida había llegado claro está.
-link! Despierta, la comida ya llegó- decía Zelda mientras tomaba un trozo de las servilletas de papel sobre la mesa y acto seguido lo hacia bolita -link!- le lanza la bolita de papel dándole de lleno en la frente.
