Básico 22: Un collar roto

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De camino a casa estuve demasiado ansioso, pensando en los trucos que usaría Hoseok para seducirme, tal vez prepararía una cena romántica. No, había salido minutos después de él y voy directo a casa no tendría tiempo para eso.

Tal vez con ropa sexy, o tal vez simplemente me esperaría desnudo en la cama, con pétalos de rosa alrededor, sí, eso sería bueno.

Tuve que ajustarme en mis pantalones, dios, ya quería llegar a casa. Subí los escalones de dos en dos bastante apresurado, pero cuando llegue a casa no había ningún rastro de Hoseok.

Lo esperé en la sala, caminando de un lado a otro, mis manos empezaban a picar, las manecillas del reloj empezaron a estar en mi contra porque se movían muy despacio. Finalmente Hoseok entro al departamento, me sonrió y dejo la bolsa de compras en la mesa.

—Llegaste temprano —dijo, me sentí bastante desilucionado por la reacción de Hoseok, tal vez esperaba que saltará a mis brazos apenas me viera—, ¿No tendrás problemas en el trabajo?, ayer faltaste y hoy saliste temprano.

—Para eso soy el jefe —dije con orgullo. Hoseok me miró con lastima y me di cuenta de mi error.

—Ya no eres el jefe Taehyung y sino fuera porque Jackson es tu amigo ya no podrías ni siquiera pisar la oficina. Sé que debe ser difícil, pero tienes que hacerte a la idea.

—Si tienes razón a veces lo olvido. Lo sigo sintiendo como si fuera mío.

Hoseok se acercó a mi y puso su mano en mi mejilla.

—Papá me dijo el otro día que lo podías recuperar, yo creo que lo harás. Trabajas mucho.

Dios mío, Ahora entendía porque en la universidad Hoseok tenía una bola de seguidorcitos, si los miraba como me acababa de mirar a mí. Sí me hubiera mirado así, tan soñador, con tanta admiración antes, tal vez me hubiera enamorado. Gracias al cielo no lo hizo y prefirió ser molesto, no abría soportado saber que era el prometido de mi hermano y jamás lo podría tener.

—Eso espero.

Hoseok se aparto y empezó a acomodar las cosas que había comprado en la alacena. No sé suponía que estuviera haciendo eso, debería estar tratando de seducirme.

Una hora después me di cuenta que Hoseok estaba haciendo cualquier cosa menos intentar seducirme, cuando fue hora de dormir y fuimos a la cama incluso se quedó frente al tocador intentando arreglar una pieza de joyería. No creo haberme sentido tan frustrando antes.

Me levanté y me coloque a su lado. Hoseok estaba batallando con el broche de una cadena de plata que tenía un dije en forma de girasol.

—Dejame ayudarte —Hoseok me miró sorprendido pero asintio, tarde alrededor de media hora pero pude arreglar el maldito broche. Por fin era hora de dormir y si Hoseok no hacia ningún movimiento me iba a enojar mucho.

—Gracias —sonrió y dios, si Hoseok no hacia ningún movimiento, no podría enojarme si me ponía esa sonrisa.

—¿Quieres que te ayude a ponerlo —asintio, me coloque detrás de él, mientras que Hoseok se miraba al espejo, despejó su cuello y fue tan tentador, estaba seguro que no era él único que podía sentir la tensión sexual entre nosotros. No quería ser el único ansioso.

Cuando mi mano rozo su piel mientras abrochaba el collar él dejo escapar un pequeño gemido, eso fue todo lo que necesite, me agache a dejar un beso detrás de su cuello. Volvió a gemir y trato de alejarse, pero sostuve su hombro, me acerque a su oído y dejé otro pequeño beso.

—¿No quieres? —pregunte, dejé otro beso en su cuello, negó con la cabeza.

—Es sólo que me has tomado por sorpresa.

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⏰ Última actualización: Jul 23 ⏰

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