Básicos

Básico 6: Cena desastrosa

Ni siquiera pude despedirme de Jimin cuando volví a China, tan pronto se informo en la prensa mi matrimonio con Hoseok, me casaría con él, apenas terminara mis estudios y me integrara a la empresa familiar: la que consistía en una cadena de hoteles en Seúl, Busan y Daegu, de bastante prestigio. Por lo tanto había perdido contacto con Jimin desde que regrese, me sentí deprimido por semanas hasta que decidí que ya no podía comportarme como un niño, mis padres tenían razón, era hora de madurar. Me gradué como el mejor de la clase, demostrando que ser beta, no me impediría, ser bueno en lo que me proponía.

Cinco meses después, cinco meses sin ver a Jimin que se sintieron desoladores, cuando regrese a Corea, Jackson me siguió escondidas de su madre, así que al menos tendría un amigo y un confidente en Corea, pues nos habíamos vuelto bastante cercanos. Desempaque mis cosas tomando la habitación que antes era de Namjoon y dejándole la que era mía a Jackson hasta que se estableciera. Mis padres ni siquiera protestaron, ambos estaban cansados y deprimidos, nada volvio a ser igual para ellos desde la muerte de Namjoon.

—No se supone que los padres entierren a sus hijos.

Dijo Jackson cuando hable sobre ello. Le di la razón pero me afligía demasiado verlos tan perdidos en sus pensamientos. Así que de alguna forma me alegre cuando los vi planeando un viaje a Estados Unidos, después de la boda eso les ayudaría relajarse y cambiar de aires.

—Tienes razón, mejor me concentro en como lidiar con Hoseok esta noche, aunque sabe que ya regrese al país no se ha comunicado conmigo más que para decirme que teníamos una cita programada para hoy en el hotel emporio, ¿sabes qué es el mismo en el que se reunía con Namjoon?

—Y nunca te vi hablar con él cuando estábamos en los dormitorios, con Jimin era tan diferente.

—Hoseok y yo nunca nos hemos llevado bien, él es un poco por no decir muy, irritante, ve a todo el mundo por debajo de él, y como beta por supuesto que no le agrado.

—De verdad me gustaría conocerlo.

—Lo conocerás en la fiesta de compromiso, te volverás loco en cuanto lo veas.

—¿Es hermoso? —preguntó Jackson, no pude negarlo, para mi irritación, la fealdad de Hoseok se encontraba dentro de él, en su alma, en su corazón.

—No es feo, pero yo sólo podía pensar en Jimin hasta hace unos meses, que no me he fijado muy bien, pero no es su físico, es su feromona.. Todos los alfas y omegas que conozco me han dicho que es bastante atractiva.

—Es un dominante —asentí, en mi país le llamaban "especial", en China dividían a los alfas y omegas en dominantes y recesivos—, entonces tienes mucha suerte.

—Nunca me afectara su feromona, Hoseok lo sabe y lo odia, estoy seguro que sabe que no me tendrá bajo su dedo meñique.

Jackson sonrió con ganas y yo quise reírme con él; sin embargo la idea del matrimonio no me dejaba estar de buen humor.

Hoseok había cambiado cuando me encontré con él, un poco más delgado, cabello más largo con algunas mechas rubias, llevaba su collar anti mordida alrededor del cuello, con detalles de oro y diamantes, un traje negro ceñido al cuerpo que le quedaba demasiado bien para mi gusto. Lo que no cambiaba era esa actitud arrogante que fluía de él.

—Ya has pedido, personalmente no tengo mucha hambre.

Asentí, me sentí incomodo, no sabia de que hablar con él, pero tampoco quería que nos lleváramos como perros y gatos, ni que fuéramos un matrimonio regido por la ley del hielo.

—He pedido un corte de carne y ensalada.

—Entonces pediré lo mismo —Hoseok trono los dedos y el mesero se encargo de llegar sólo cinco minutos después—, ordenare lo mismo que él.