Tanto conocimiento puede llevar a la locura. Si tuviera las posibilidad de tener el mundo en tus manos, ¿sacrificarías toda tu vida por ello?
El amor es algo que siempre debería demostrarse, pero a veces las opiniones nos importan demasiado. Tal ve...
Habían pasado 10 años desde aquel desafortunado incidente.
Se había comprobado mi inocencia. Las cámaras de seguridad de la escuela captaron cada segundo de terror a detalle. Aquel objeto también estaba de alguna forma "maldito". Según investigaciones, aquella esfera iba bajo Tierra, pero la inscripción advertía el peligro de manipularla. Demasiado conocimiento daba poder, y depoder se enferma la gente hasta cometer las más grandes atrocidades. Sonaba algo de película, pero era una realidad horrible. No quise saber nada de esas investigaciones tiempo después.
En esa semana, hubieron infinidad de funerales, un tributo a todos y demasiadas llamadas a mi casa. Solo quería dormir para siempre.
Con el paso del tiempo, mucho apoyo y largas sesiones de terapia, aprendí a vivir con el dolor.
Me sentí solo mucho tiempo. La culpa invadía mi ser cada que podía. Me odiaba a mí mismo.
Pero ahora, estoy aquí, escribiendo la historia que por mucho tiempo me atormentó.
Dicen que siempre se puede sacar lo bueno de todo. Eso se me hacía una estupidez si tomábamos en cuenta cada hecho relatado. Pero algo tuve que aprender de mis compañeros de tragedia. Ellos quisieran verme bien, al menos mejorando. Y eso era lo que intentaba cada día.
—¿Sigues escribiendo?
Toni me preguntó. Mi nueva pareja.
Lo conocí durante mi año sabático previo a la universidad mientras trabajaba en una cafetería. De inmediato, se convirtió en parte de mi vida. Es una historia larga el cómo funcionamos, pero se sentía como si el mismísimo Gustabo lo hubiera enviado del cielo para cuidarme a través de sus ojos.
—Ya casi termino. Sabes que amo escribir, pero esto fue un poco más difícil.
Me dio un beso en la frente antes de irme a preparar un café como cada noche, dejándome así terminar mi relato.
"Para aquellos a quienes la vida les jugó un mal rato: no pierdan la esperanza. Nunca basen su vida en lo que los demás dirán, ni siquiera lo que piensan. Tengan el valor de decir lo que sientes, porque todo lo bueno tiene un fin.
El proceso es largo, y créanme cuando les digo que se odiarán mil veces, pero a veces en su debilidad encontrarán la fuerza. Yo lo hice, y creo que muchos pueden hacerlo. Aférrense al más mínimo hilo de esperanza, porque la vida puede cambiar en mil maneras distintas. Sólo háganlo. Algún día puede ayudarles."
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