Silencio en aquella casa.
-- Agh... ¿Que paso? —se preguntó el chileno una vez que logró despertar mirando a su alrededor, estaba todo en un absoluto silencio— tengo que... Agh... Escapar
Con ayuda de la cama logró levantarse del suelo caminando por aquella casa, estaba todo en un gran silencio algo que no vivía desde hace años, camino hacia la puerta de salida haciendo algo de fuerza tratando de abrirla lo cual como sospechaba tenía seguro, miro las ventanas que igual tenían seguro, al parecer estaba solo en aquella vivienda ese lugar se había vuelto su prisión, su vientre le dolía como nunca al igual que sus esperanzas de poder salir de ese sitio, ya no podía seguir ahí dentro, necesitaba escapar ahora mismo.
Fue hacia la cocina buscando algo para defenderse si aparecía su hermano o su padre, notando de que ya no había ningún cuchillo ni nada afilado, entrando poco a poco en pánico, buscaba y buscaba entre los muebles de aquella cocina tratando de encontrar algo siendo que lo único que encontrará era cajones vacíos ningún tipo de arma para defenderse.
-- Mierda, mierda, mierda, ¿como le haré para defenderme? —hablaba el chileno ya con lágrimas en los ojos comenzando a llorar en silencio en ese lugar— nunca podré escapar de México, nunca...maldita sea
Sus esperanzas comenzaban agotarse, ya no veía salida a su infierno y más con aquel nuevo integrante que venía en camino, su único estilo de vida ahora sería ser una "mujer de casa" que solo se dedicaría a criar a sus hijos, hijos que serían producto de las violaciones de su hermano mayor. Ya no veia forma de seguir luchando por su libertad si siempre era llevado de regreso.
Paro de golpe al escuchar como la puerta principal comenzaba a sonar corriendo abajo de la mesa para esconderse con algo de trabajo, escucho la puerta abrirse y de ella tres voces. No. Cuatro voces entraban ahora en aquella casa, el chileno no paraba de temblar al igual de llorar llevando sus manos a su boca tratando de calmar su llanto al igual que su miedo, comenzó a poner mucha atención en aquellas voces para identificar a los dueños de estas, aunque podía identificar que todos se escuchaban alterados y exaltados por alguna razón externa que él chileno no sabía.
-- ¡ERES UN PENDEJO RUSIA!, ¡PERO UN VERDADERO PENDEJO! —Grito el mexicano enfadado hacia el ruso que estaba bañado de sangre— ¡¿COMO MIERDA SE TE OCURRE DEJAR SOLO A ESTE CANADÁ?!, ahora está emperrado contigo pendejo de primera
-- ¿que esperas?, Rusia estaba ocupado con su padre. —Hablo este Rumania con sus aires de grandeza— si este URSS no hubiera ido por Rusia dejando solo a los hermanos o a Canadá, esto no hubiera pasado. Apenas logró escapar de ese maniático
-- Sabía que Canadá era inestable, pero no tanto —hablo el ruso algo desconcertado— Esa dulce carita de niño bueno oculta una fachada
-- Por eso te dije que lo mantuvieras vigilado, pendejo
-- Mex, silencio —ordenó aquel hombre—
-- ¿U-URSS? —se impresionó el chileno al escuchar la cuarta voz—
-- Perdón URSS, su hijo me saca de mis casillas, no se como usted logra controlarse ante el. —hablaba el mexicano algo intimidado por este—
-- No te preocupes México, pasemos a lo otro, ¿donde esta tu padre y tu mujer?
-- España está en el sótano amarrado, lo deje con algo de sangre estaba apunto de matarlo hasta que me llamaron por lo que estaba pasando Rusia con Canadá. Mientras que con chile, lo dejé en su habitación debe de seguir dormido... Creo
-- ¿Crees? —arqueo la ceja molesto por la última respuesta—
--No fui a verlo, solo me dio tiempo de amarrar a España e irme, no pude verlo, de todos modos no puede escapar me asegure de que todas la ventanas y puertas estuvieran cerradas, así que es imposible que trate de escapar
-- ¿Aseguraste la habitación de Perú? —Pregunto este Rumania que aun indagaba por la casa— es el único lugar donde no te gusta entrar por el simple hecho de que ahí estuvo Perú. ¿Sabes donde esta o su paradero?
-- No se donde esta ese mocoso
-- Esta con Imperio Japonés —Hablo este URSS— Rusia toma asiento en el sofa, Rumania trae las cosas de primeros auxilios, México, prepara todo, nos vamos.
-- Si señor. —hablaron los tres al unísono—
Se escuchaba como dos comenzaban a caminar a paso veloz por aquella casa. El chileno aun permanecía escondido en aquella mesa, temblando del miedo sus ojos se nublaban por las lágrimas, su respiración aumentaba. No era hora de quedarse estático en ese sitio, se iban a dar cuenta que ya no estaba en la habitacion, lo iban a comenzar a buscar sumando de que la casa estaba asegurada para que el chileno no pudiera salir o cualquiera. Menos la habitación de su hermano menor.
—el chileno comenzó a gatear con bastante sigilo de su escondite, siguiendo escondiéndose en algunos muebles evitando de que los demás lo vieran— (Un poco más... Un poco más) —pensó el chileno temeroso mientras acariciaba su vientre— hay que salir de aquí —susurro para si mismo, levantándose a medio cuerpo corriendo de manera sigilosa una vez verifico que todos los implicados estaban super ocupados—
Subió por aquellas escaleras, corriendo hacia la habitación de su hermano mirando atrás por última vez, asesorando se de que nadie estuviera detrás de este soltando un suspiro de alivio, agarrando aquella perilla tratando de abrirlo notando de que tenía seguro haciendo algo de fuerza tratando de abrirlo escuchando unos pequeños aplausos tensandose girando poco a poco su cabeza mirando al Rumano aplaudiendo acompañándolo con aquella sonrisa burlona.
-- Vaya vaya, al parecer la rata decidió salir de su escondite. Sabía que caerías Chile. —Hablo con cierto orgullo— Era obvio de que no estarías en la habitación, así que aposté por lo más obvio. No pensé que sería pronto que tratarías de escapar
-- Por favor... Dejame ir, no me lleves con mi hermano
—Arqueo la ceja curioso comenzando a reír a todo pulmón por ver esa patética forma de pedir ayuda— ¿Realmente crees que te ayudaré?, a menos de que me digas donde esta Perú ahí tal vez te ayudaría. —dio unos pasos atrás— ¡México!, ¡lo encontré! —Grito sin más delatando al chileno— Ahora ya no tienes escapatoria maldita perra
El latino recargo su cuerpo en aquella puerta aferrándose a esta como su unico refugio viendo como llegaban los demás, cada uno a un paso lento hasta ver a URSS; ver ese gran hombre que una vez le salvo de su infierno ahora era participe de esto, al igual que Rusia. Ambos que lo ayudaron años atrás ahora estaban unidos a su hermano y al abusador de su hermano menor.
-- ¿Por que? —fue lo único que salió de aquellos labios totalmente temblorosos— ¿Por que?
-- Chile, perdón por todo esto, esto no tenía que terminar así, no nos teníamos que volver a ver en esta situación tan comprometedora —Hablo el mayor de los tres girando su rostro una vez que llegaba el mexicano— ¿esta todo listo para cobrar venganza?
-- ¿Ellos vendrán? —Pregunto México algo agotado y con las manos manchadas de sangre—
-- Si, hable con Imperio y vendrá con Perú, van a caer y así todos o bueno ustedes tendrán a sus familias perfectas al igual que yo
-- Maldito monstruo... Pensé que eras diferente URSS... Pensé que no tendrías una mente perversa —Miraba con enojo al sovietico mayor— no se porque me ayudaste años atrás si ahora me vas a traicionar. ¿México te manipuló?.
Todo se quedo callado, donde todos los involucrados miraban al sovietico donde este comenzaba a reír cada vez más fuerte creando una reacción algo desconcertada por los demás a causa de esto.
No sabía si se reia de la situación o de las mismas palabras que decía el chileno hacia aquel hombre.
-- Que divertido eres Chile. —chasqueo los dedos— Rusia, agarralo, llevalo con nosotros
Sin perder el tiempo, el ruso acato la orden de su padre acercándose a paso acelerado al chileno.
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¿SOLO HERMANOS?
FanfictionEl amor de hermanos solo tiene que ser que se protegan uno con el otro, siendo que cierto mexicano se tomara todo muy literal, llegando a sobrepasar la lineas de proteger a su hermano Chile, llegando a enamorarse de este. Comenzando una obseción to...