♦️♦️005 (inocencia Arrebatada) ♦️♦️

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España, mi querido España, ¿en que te has convertido?

--Papi... ¿Qué hacemos en tu habitación?

Habló esta nueva España, apenas teniendo sus 6 años, llevaba meses de que el español lidiaba con la muerte de su segunda mujer, había dejado a sus dos hijos menores en una guardería, para estar a solas con su hijo mayor, aunque claramente estaba bajo los efectos del alcohol, cerrando la puerta de su habitación con seguro para que el niño no pudiera escapar.

--Quítate la ropa, ahora Nueva España –Ordenó–

--¿m-me vas a bañar?...estamos lejos del baño... Y no tengo mi ropa para cuando salga del baño... –Estaba mas temoroso el infante, notando como su padre se acercaba al pequeño hecho una fiera– N-no me pegues... Por favor... P-Papi... ¿Qué haces? –Preguntó totalmente asustado, mirando a su padre con lágrimas en los ojos, por el terror que posee en esos momentos– p-papi...

--Te pareces bastante a tu madre... Como la extraño, aveces quiero tenerla enfrente mio y disfrutarla, una y otra vez... Tu madre era una puta, se ofrecía con cualquiera –Se había acercado bastante al rostro de su pequeño hijo, admirando el terror en su mirada, esa dulce mirada que poseía su primera mujer– Lástima que no naciste siendo mujer, te hubiera apreciado más~ mi dulce flor podrido

El infante no entendía nada, no sabía que pasaba, el terror lo había gobernado, sentir algo invadiendo su boca, esa gran lengua jugando con la suya, ese beso bastante húmedo donde el español disfrutaba bastante los labios de su pequeño hijo.

El español al separarse del beso de su pequeño retoño, notaba lo aterrado que está su hijo restándole importancia, comenzando a romper aquella ropa, ignorando por completo los gritos de súplica de su hijo, ignorando por completo el llanto de este, los intentos de alejarlo, esos momentos quería cogerse a su "mujer" que estaba en el cuerpo de Nueva España.

°°°

--Eres un cerdo como tu madre~ Gimes al igual que ella –El español metía más profundo sus dedos en aquella entrada del niño, escuchando aquellos gemidos combinado del llanto de este– estas preparado ~

--P... Papi... P-para~... Papi... –El pequeño solo se aferraba a las sábanas, con fuerza, ya que sus intentos de escape había sido un fracaso total, solo quedaba quejarse por cómo su padre lo sometía en esa cama– P-papi~ ah~ –sintió como algo salía de su entrada, respirando algo agitado– ¿y-ya...acabo?...ah~

--Amo tu inocencia, pero falta algo mas  y creo que ya quiere salir –Se alejo por unos centímetros de su hijo, bajandose el pantalón junto a su bóxer, dejando expuesto su pene erecto, teniendo líquido pre-seminal– Te va a encantar esto hijito~

Al ver aquello, hacia que con las pocas fuerzas comenzará arrastrarse tratando de alejarse de su padre, negando varias veces, haciendo que sus lágrimas calleran con más fuerza, hasta chocar con la cabezera de la cama, no quería tener esa gran cosa dentro de él, aún le dolía su entrada por sentir aquellos dedos dentro de él... No podría soportar en tener esa cosa dentro del infante.

–Soltó un gruñido molesto el español, agarrandolo de la pierna de su hijo, jalandolo con fuerza hacia el– Deja de ser un maricon de mierda y cierra tu puta boca o te daré motivos por la cual llorar después de saciarme, maldita puta de mierda!

Agarro la cintura del menor  llegando lo a poner el rostro del infante en la cama y levantar las caderas de este, estaba en la famosa posición del "perrito", dejando que la cabeza de aquel pene rozara con la pequeña entrada de su hijo, comenzando a meterlo con fuerza, escuchando unos pequeños gritos agudos y ahogados por parte del menor, creando una gran exitacion en el español para meterlo de una sola estocada, bajando una de sus manos al vientre de su hijo sintiendo un pequeño vulto que se había formado, soltando unas risas por parte del español.

--S-SACALO... Duele... DUELE... –oculto su rostro rojo a causa del llanto en aquella cama– D-duele... P-Papi...

--¡Hasta que me sacies puta!, ahora gime~ que esto va para largo~

--N-no~ a-a-ah~ Papi... M-ma... Ah~ Papi... P-para... –comenzó a sentir como su padre comenzaba a dar aquellas embestidas con bastante fuerza– p.. Papi~

Las embestidas eran con mucha fuerza, sin cuidado alguno, mordía a su hijo, hacia que gritara a todo volumen, se había llegado a correr vacias veces dentro de Nueva España, disfrutaba su hijo como nunca, como si volviera a coger con este Imperio Azteca, su primera esposa, llevando consigo toda la tarde, terminando de saciarse por completo de aquel interior del infante sacando de una su pene, dejando tirado al menor en su cama, teniendo aún sus piernas separadas de cómo seguía su llanto, admirando la gran cantidad de semen que salía de su pequeña entrada.

--Esto será el comienzo de lo nuestro, hijito mio~ me encanto cogerte, esto será una rutina para ambos, ya pronto le encontrarás el gusto de hacerlo y pedirás que lo hagamos~ mi niño~

En esos momentos un pequeño infante habia perdido algo más que su alegria y libertad, había perdido su inocencia... Y con alguien que debía de "protegerlo" se volvió en su peor demonio...

Creando así al monstruo que es este México...

--Ahora me las pagarás... –Hablo el mexicano, preparando una pistola y viendo los documentos nuevamente, más serio que nada– Ya me canse de ser tu puta cuando te enojas con Italia, ya no más...

¿SOLO HERMANOS?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora