KINKTOBER 2023 ||| SKZ

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𝑪𝒉𝒂𝒏𝒍𝒊𝒙

Felix estaba ligeramente nervioso mientras estaba sentado en la sala y enfrente suyo se encontraba su esposo, quien miraba sorprendido a la orden de pago que había encontrado en la mesa mientras limpiaba el comedor. En esta se veía claramente el nombre de un juguete sexual, pero no esperaba ver a Felix muy avergonzado que intentaba esconder el recibo.

Ahí comprendió todo el asunto, sin embargo le causaba preocupación ver a su esposo tan nervioso, como si estuviera haciendo algo realmente malo cuando en realidad no lo era. Felix tenía los ojos llorosos cuando le empezó a explicar— Quería intentar algo nuevo, hay días donde no estás y de repente siento la necesidad de masturbarme. Por eso había pedido un juguete sexual, pero no quería decirte porque pensé que me verías como un raro, cuando yo solo...

A este punto Felix lloraba avergonzado y pensando que era humillante todo lo que hacía, después de todo su vida había estado repleta de humillación, siendo su esposo el único que no lo había tratado mal, después de todo le había escondido hasta sus fetiches y secretos más raros.

Para contar la historia de este matrimonio todo iniciaría cuando Felix fue comprometido a fuerzas con Bang Christopher Chan, un australiano que era un doctor neurocirujano con muchas propiedades a su nombre. En cambio, Felix era el heredero de uno de los bancos más grandes en Corea, pero sus padres querían hacer el negocio más grande, entonces aprovecharon que Felix había nacido como un doncel y consiguieron que Chan se casará con Felix para que produjeran un próximo hijo.

Pero Felix desde muy pequeño había sido amenazado por sus padres y lo habían controlado a un nivel en el que tenía que comportarse de una manera educada con todos, pero sólo Chan había sido el único que había descubierto su personalidad falsa y por lo mismo había logrado que ambos se conocieran para finalmente enamorarse.

Tal vez habían sido obligados a casarse, pero con el tiempo los dos habían logrado caer por el otro. Sin embargo, Chan tenía mucho trabajo y a veces no regresaba a su casa, nunca había obligado su esposo a tener relaciones para así concebir a un hijo, aunque eso al final había causado una inseguridad en Felix.

Él era un humano normal, obviamente tendría la necesidad de tener sexo o de satisfacer sus necesidades sexuales, así que había comprado un juguete sexual para masturbarse cuando su esposo no estuviera ahí. Le daba vergüenza pedirle a Chan que tuvieran sexo, porque sus padres la habían metido la idea de que solo su esposo podía pedir por sexo y el no tendría que negarse.

Así que en el momento donde Chan le había declarado que no lo obligaría un alivio surgió en Felix, pero cuando se enamoró de Chan eso se volvió un tormento, porque aunque durmieran juntos y su esposo le dijera que lo amaba, Felix siempre se quedaba con ganas de más.

Ahora tenía enfrente suyo a Chan, por lo que no pudo evitar llorar cuando tuvo que explicarle todo lo que se había guardado, porque por años había pensado en comprarse un juguete, pero pensaba que eso estaba mal y prefería dejar de lado ese pensamiento hasta que no pudo más.

Lloraba frustrado porque su esposo era tan bueno; en cambio, él solo había manchado su nombre, dejando deslumbrar sus oscuros deseos que no podía demostrar.

Sin embargo, Chan solo sonrió suspirando mientras llegaba con Felix y tomándolo de sus manos le decía— Felix, me hubieras dicho que solo querías acostarte conmigo, no habría pasado nada.

Felix tomaba las manos de Chan con fuerza mientras su llanto de frustración salía continuamente y entristecido le respondía— No intentes ser amable, yo sabía desde un principio que nuestro matrimonio estaba arreglado. Si tú nunca diste la idea fue porque mi físico no era bueno, por eso quise adelgazar e intente ponerme ropa provocativa, pero solo me tapabas con tu suéter.