KINKTOBER 2023 ||| SKZ

31. 𝓓𝓲𝓼𝓯𝓻𝓪𝓬𝓮𝓼

𝑴𝒊𝒏𝒔𝒖𝒏𝒈

El bello jardín que era un montón de pastizal que bailaba con el viento era un paisaje que el chico sin recuerdos veía, tal vez los árboles le recordaban a algo nostálgico, después de todo la madera siempre brindaba un olor que calmaba su agitado corazón y su mente rota que apenas sabía cuál era su nombre.

Cuando había despertado en un cuarto blanco, no le importó el ramo de claveles que estaba en su cabecera, sólo se dejó llevar por su instinto que le decía que estaba en peligro, entonces salió corriendo a pesar de no saber en dónde rayos estaba.

Pero un hombre muy bonito lo había detenido en su escape y parecía conocerlo, después de todo lo llamó por su nombre muy sorprendido. Con unas palabras lo había convencido de que estar con él podía escapar del peligro, aunque no ignoró el hecho de que había un malestar en su pecho, tal vez un recuerdo doloroso o un mal presentimiento, pero esté había calado su alma.

Por eso suspiraba sin emoción alguna mientras seguía observando el jardín, no sentía, no recordaba, entonces no amaba. Las personas con las que convivía le daban miedo, en especial el esposo del chico bonito que lo había rescatado, aún si este era muy cariñoso con él.

A través de ellos se enteró de que había estado en coma por dos años, además de que antes pertenecía a una familia de mafiosos, los cuales habían intentado acabar con su vida. De tal manera, el quedar en coma había sido el resultado de su intento de homicidio, uno que de alguna manera a Jisung no le sorprendía.

Después descubrió que el chico bonito que hablaba con él se llamaba Lee Felix, un beta perteneciente a la familia Lee. No sabía porque ese apellido hacía que su corazón latiera rápidamente, pero olvidaba esa bella sensación mientras se concentraba en escuchar la historia de las personas con las que vivía.

Lee Yongbok, o también llamado Lee Felix, era el hermano menor del líder del clan Lee, que actualmente había exterminado al clan Han en una masacre horrible, así lo describía Felix. Pero volviendo al tema principal, el beta destacaba por su envidiable belleza, logrando competir con la del clan Hwang y Yang.

Pero había un problema, no era ni alfa ni omega, muchos lo consideraban un inservible. Su rango no lo dejaba subir más alto, pero no podía producir hijos como un omega, así que él era relativamente un don nadie, uno que aspiraba siempre a más y buscaba destacar.

Era experto en artes marciales y esa habilidad lo había llevado a convertirse en el guardaespaldas principal del líder del clan Bang, mejor conocido como Bangchan. Este era un alfa, algo que Felix siempre había deseado ser, por lo que admiraba en secreto al fuerte hombre que dirigía con autoridad a todo un clan.

Sin embargo, Felix nunca esperó que aquel alfa se interesará en él, un simple beta, así que al principio intentó enfocarse en su trabajo de proteger a Bangchan y no mostrar sentimiento alguno por él. Sin embargo, había caído fuertemente ante los encantos del alfa, quien sin importarle lo que la gente dijera de él, empezó a salir con Felix hasta que se comprometieron y finalmente se casaron.

Muchos criticaban la decisión de Bangchan, principalmente porque no podría producir herencia y jamás tendría hijos. Lo que no esperaban, era que Bangchan estuviera dispuesto a dejarle su puesto de líder a su hermana Hannah, una omega dominante.

Por lo que, no podían hacer nada contra el intimidante alfa, que amaba con toda su alma a Felix, quien le había contado toda esta historia a Jisung, que al escucharla se había puesto a llorar. Tal vez le emocionaba demasiado, pero ver parejas felices era algo que en lo más dentro suyo anhelaba, por lo que su vacío interno se expandió más.

Miraba con desolación el mismo jardín todos los días, como si estuviera esperando a alguien, pero seguía sin saber quién era. Solo en sus sueños podía ver a esta persona que lo hacía feliz y calentaba su alma, pero al despertar olvidaba por completo su nombre y apariencia.