Una mujer que vivió una larga vida creyó que era el momento de que llegara a su fin, pero..
¿Qué pasaría si no es así?
Dios le hizo una mala jugada y la regreso a sus años dorados de juventud.
Volvería a ver a unos cuantos mocosos a los cuales les t...
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- ¿A donde se supone que me llevan? - pregunte.
Después de escuchar a Goo quejarse llego Gun y sin decir nada me saco de la oficina de James, seguido de eso los otros dos nos siguieron.
- Ni idea, yo solo los sigo - se encogió de hombros Goo.
Voltee para mirar al de cabello rosa y solo negó poniéndose una gorra junto aun cubrebocas.
Sin dar ningún tipo de explicación, abrió la puerta de mi propio coche y me empujo dentro.
- Mocoso.. - murmure cuando se subió y se sentó en el siento del copiloto y los otros en los traseros.
- Si en verdad es la señora Moon.. sabrá a donde ir - sentencio.
- ¿Sabes que apenas puedo recordar mi nombre? - entrecerré los ojos.
- ¿ A donde la llevábamos cuando quería desestresarse? - pregunto mirando mi cara pensativa.
- ¿El bar ***? - pregunte insegura.
Bueno, creo que ya entiendo su punto. Es comprensible que aun no confié de mi y eso demuestra que es inteligente.
Lo mejor es demostrar de una vez por todas quien soy y dejen de estar jodiendo, lo que necesito es que me ayuden a atrapar al bastardo que me hizo esto.. tener que vivir todo esto de nuevo, yo quería ya morirme.
Menos mal no me volvió una niña, que molesto habría sido eso, bueno aun así es molesto, tener que ser una mujer joven de nuevo.. ahh.. yo ya no menstruaba y ya lo hago de nuevo.
Mi cuerpo es un maldito durante la menstruación, me matan los cólicos, yo soy de las que se quedan tiradas en cama cuando llegan esas malditas cosas.
Lo que puedo resaltar, ahora es que ya existen un montón de pastillas para los dolores, así que... único punto bueno.
[...]
- Al que se le ocurra vomitar en mi coche.. terminara sin lengua - adverti - Y te lo digo a ti Goo - lo señale.
El solo levanto las manos en señal de rendicion.
- Sera culpa suya.
- ¿Porqué mia? - levante una ceja.
- Por que fue usted la que me reto - le resto importancia.
- ¡YO! Nunca te rete a nada.
- Pero fue usted la que se bebia el sake como si fuera agua.
- ¿Y es mi culpa que tu estes tonto? Eres tu el causante de ello - segui conduciendo - No intentes culparme a mi.
- ¿Puede deterse aquí? - pregunto cuando pasamos por una tienda de conveniencia.
