XI. Turn of tides.

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Jimin regresó a la cámara principal del palacio como se le había ordenado, pero una vez más se sorprendió por la compañía con la que estaba. A diferencia del día anterior, donde estuvo con el Rey, la Reina y el tercer Príncipe, parecía que toda la familia real y no sólo eso, sino también toda la corte estaban presente.

Decir que Jimin se sentía incómoda era un eufemismo. Su padre puede haberse deleitado en la atención de la realeza, pero la cantidad de personas la hicieron sentir.... Inquieta, como si estuviera acorralada por una manada de feroces depredadores, a la espera de la más mínima señal de debilidad. El estómago de Jimin comenzó a revolverse incómodo. ¿Por qué había tanta gente distinguida reunida? Su mente empezó a pensar mientras intentaba encontrar algún tipo de razonamiento, pero ninguno era positivo. ¿Se había equivocado? ¿Estaba a punto de ser castigada por la corte real y de convertirse en un espectáculo?

Sus dedos empezaron a doblarse involuntariamente. Se hizo una señal para respirar hondo y no empezar a temblar. Los ojos de Jimin recorrieron la cámara, tratando de entender la situación. Su mirada se posó en una figura familiar, Tae Jun, que le devolvió una mirada vacía, completamente ilegible. Como los demás miembros de la realeza, estaba sentado en una almohada bordada a la izquierda, junto a sus hermanos y hermanas, que vestían de forma similar fabulosas sedas y adornos dorados. A juzgar por su posición, era el segundo heredero más joven y el hijo menor, con sólo una hermana menor. Debido a su rango de edad, estaba posicionado más lejos del rey y más cerca de Jimin.

Jimin apartó su mirada de los otros miembros de la realeza y se tomó un momento para inclinarse ante el Rey, mostrando la etiqueta apropiada mientras se agachaba y su cabeza tocaba el suelo.

—Puede levantarse. —Permitió la voz de mando. Jimin hizo lo que se le dijo—. Lady Yu. He venido a felicitarla por su éxito. Mi Reina y mi hijo se sienten mejor gracias a usted y sus esfuerzos. —Jimin notó la seca aspereza en la voz del Rey, haciéndolo sonar bastante viejo, y sin embargo no del todo frágil debido a su habilidad para proyectarse aún bastante alto.

—Me complace saber que la Reina y el Príncipe gozan de mejor salud. Fue un honor servirles —respondió secamente.

—Lady Yu, debo admitirlo, estaba empeñado en buscar a una Lady, no obstante, una Lady de tan corta edad como usted sirviendo a la familia real, no me lo esperaba. —Dejó escapar una sonrisa burlona—. ¿Quiere saber qué me convenció?

Jimin se sintió incómoda, así que no respondió verbalmente, sólo dejó escapar un pequeño asentimiento. No podía negar que algo en el Rey la hacía sentir muy incómoda, pero eso podía deberse a que siempre la tomaba desprevenida, después de todo, no esperaba que estuviera presente con la Reina y el Príncipe la primera vez que se encontraron.

—Me dijeron que esta joven curadora no sólo era extremadamente talentosa y completaba hazañas que rozaban el milagro, sino que también poseía una belleza tan grande que podía curar todas las dolencias.

Jimin sabía que era un cumplido, pero no la hizo sentir bien en absoluto. Ella sabía que la hazaña que se decía por ahí simplemente no era cierta. Sin duda alguna, hubo complicaciones con el envenenamiento que causó el "milagro". Por no mencionar que tampoco le gustaba que su reputación se basara en la apariencia. Odiaba la idea de que la gente creyera tontamente una idea tan ilógica y luego se decepcionara cuando seguían enfermos.

—Debo decir que, mis asesores hicieron una sugerencia increíble. Tenían razón. Es usted extremadamente talentosa, así como hermosa.

Jimin simplemente se inclinó ante el cumplido, pero su inquietud sólo parecía crecer.

—Por su servicio, he decidido otorgarle la mayor recompensa como muestra de mi gratitud.

—Eso no sería necesario, mi Rey. Servir a su familia ya es el más alto honor.

if there is another life (如果有來生) | winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora