if there is another life (如果有來生) | winrina

XIII. Mirage.

Jimin y Minjeong habían pasado la última hora explorando su nuevo entorno de la mano, recorriendo cada una de las cuatro secciones del edificio recreativo, para acabar finalmente en su centro. Las dos se pusieron cómodas, ya que sabían que tenían la intimidad de toda la zona. Jimin tomó asiento en la suave hierba verde y utilizó el árbol como apoyo para la espalda, apoyándose en el estable tronco. Minjeong también tomó asiento, encajando en el pequeño espacio frente al regazo de Jimin entre sus piernas, recostándose contra su suave frente.

—¿Estás cómoda? —preguntó Jimin antes de darle un rápido beso en la sien.

Minjeong murmuró en respuesta, significando un sí.

—Bien. —Jimin plantó su barbilla en el hombro de Minjeong y envolvió sus brazos alrededor de la cintura de la más joven mientras tiraba de ella más cerca, dándole un cálido abrazo. Minjeong suspiró satisfecha. Se preguntó si habría algo en este mundo que le gustara más que el tacto de Jimin, porque en ese momento no podía pensar en nada que pudiera compararse ni remotamente.

Minjeong dejó escapar un pequeño bostezo, que cubrió con su mano. Se movió un poco para poder descansar su lado contra Jimin, su oído presionado contra el corazón de Jimin, escuchando ese ritmo constante.

—Amor, ¿tienes sueño?

—Para ser honesta, la única noche que pasé contigo fue la mejor que he dormido en toda mi vida. Supongo que no duermo bien cuando no estás.

Jimin dejó escapar una pequeña risita, recordando la larga noche que habían pasado juntas.

—Tal vez sólo estabas un poco cansada —bromeó.

Minjeong se sonrojó un poco, escondiéndose en el pliegue del cuello de Jimin e inhalando profundamente.

—Tal vez lo estaba, sólo un poco.

—¿Sólo un poco? Amor, apenas podías mantener los ojos abiertos.

Minjeong golpeó a Jimin en el hombro.

—¡Deja de burlarte de mí!

—¡Ay, ay! ¡Está bien! Bueno, entonces ya puedes descansar, no quiero que estés cansada —dijo suavemente la chica mayor.

—¿No crees que es una pérdida de nuestro tiempo juntas? ¿No preferirías hacer otra cosa?

—¿Perder el tiempo? Tengo a todo mi mundo en mis brazos. Francamente, no podría pensar en un mejor uso de mi tiempo, especialmente si eso significa que tú también descansas.

Minjeong sintió que su corazón se contraía un poco, sus orejas se pusieron de un rojo brillante. Jimin era tan dulce hablando y a veces hacía que Minjeong se sintiera loca.

—Tienes que dejar de decir esas cosas. Cómo se supone que voy a dormir si sigues diciendo cosas que agitan el corazón.

—Ya te acostumbrarás. —Besó su mejilla.

—¿Cómo?

—Creo que vamos a pasar mucho tiempo juntas a partir de ahora. —Le dio otro beso en la mejilla a Minjeong—. Ahora vamos, si echas una siesta, yo también lo haré.

Esta vez su corazón se contrajo de nuevo, pero era diferente. Toda la alegría se había ido, dejando atrás una sensación de temor.

—No puedo Jimin. Hay algo que necesito decirte.

Minjeong sostuvo su labio inferior entre sus dientes, con sus cejas fruncidas.

—¿Qué cosa?

Minjeong exhaló, pensando en la mejor manera de decirle a Jimin uno de sus secretos más personales.