if there is another life (如果有來生) | winrina

VIII. Saviour Pt. 1. [M]

⚠️ en este capítulo se hace referencias a la violencia sexual y representaciones gráficas de violencia sexual.

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Mientras Jimin caminaba por el pabellón, su lámpara de aceite le servía como única luz, permitiéndole navegar por el rocoso camino empedrado.

Como noble que era, Jimin debería ir acompañada de un guardia, pero sabía que nunca obtendría permiso para salir en ese momento.

Jimin golpeó rítmicamente el marco de madera de la puerta, tres golpes, seguidos de una breve pausa y dos golpes más lentos.

Una voz tensa viene del interior de la casa.

—¿Jimin?

Al notar el extraño tono de voz de Minjeong, Jimin comienza a sentirse inquieta.

—Minjeong ¿estás bien?

No hubo respuesta.

—Si no me das una respuesta, voy a entrar.

Jimin esperó un breve momento antes de abrir la puerta.

Allí vio a Minjeong, envuelta en una fina manta y agazapada en un ovillo. La única vela de la habitación proyectaba una sombra monstruosa sobre su pequeño cuerpo, envolviéndola en la oscuridad.

Jimin acercó la lámpara a la cara de la joven, permitiéndole ver su semblante.

Nunca antes había visto a Minjeong así. Incluso cuando Jungwoo había muerto, ella todavía contenía una chispa ardiente. Entonces bullía de ira, lloraba profundamente su pérdida y se permitía sentirla. Verla ahora, vacía de toda emoción, con rancias manchas de lágrimas corriendo por sus mejillas, arrugó el corazón de la mayor. Su rostro estaba aterradoramente pálido. Parecía atormentada, casi rota.

Minjeong se sentía como una cáscara de lo que había sido, como si estuviera en un estado de irrealidad. Nada parecía real o tangible, incluso Jimin parecía distante. Pero al menos estar en este estado, aunque insensible, no era doloroso, sino más bien vacío. Y tal vez en este punto, Minjeong preferiría no sentir nada a aceptar el estado de su vida.

Pero sabía que no podía quedarse así para siempre. Con Jimin en su presencia, sabía que cualquier muro mental que construyera no duraría mucho más.

Cuando Minjeong encontró el valor para mirar a los ojos de Jimin por primera vez, pareció como si un destello de sí misma regresara. Al ver la preocupación presente en las facciones de Jimin, su propia expresión se contorsionó rápidamente. No pudo evitar derrumbarse mientras sostenía su cabeza entre sus manos.

Jimin no sabía qué decir, y en su lugar se ofreció a la joven, agachándose en el suelo y estrechándola entre sus brazos.

Minjeong se movió, apartando las manos de su cara para rodear la cintura de Jimin con los brazos. Con la barbilla apoyada en el hombro de Jimin, continuó llorando desconsoladamente.

Desde su posición sentada, Minjeong temblaba mientras sollozaba. Jimin apretó a la chica entre sus brazos como para recordarle que estaba allí para ella, siempre.

Jimin continuó consolando a Minjeong sin palabras, usando sus dedos índices para trazar formas a lo largo de su espalda en un esfuerzo por relajarla. Aunque permanecía en silencio, sus pensamientos se agitaban con confusión.

Se suponía que era un día feliz para Minjeong. Acababa de casarse un día antes, asegurando su honor y el de su familia. Minjeong era una mujer obediente y siempre se esforzaba por proteger el legado de su familia.