"¡Su Majestad! ¿¡Qué demonios está haciendo!?"
"¡Iniciando un nuevo viaje hacía la cima!"
Mei Shen... Así era el nombre del Demonio Celestial cuando era un simple humano antes de descubrir el camino de las artes marciales y así convertirse en la dei...
El joven ónix estaba caminando por el pasillo de la Arena en dirección a su próximo encuentro mientras tarareaba alegre. Habían pasado un par de días desde los eventos del templo que dejó a todos impresionados por lograr algo muy inusual pero al hacerlo consiguió el respeto de muchos de los integrantes del lugar. Sus habilidades de combate y su reputación en la Arena ya lo hacían alguien de temer pero con lo que había logrado recientemente casi termina siendo catalogado como una amenaza de no ser por la protección de Lady Kaguya y su buena actitud hacía los miembros del templo... Shen no será un creyente pero su mentalidad abierta, comprensión y respeto hacia ellos lo colocó en un visto muy bueno.
"Es una pena que el Nexo del templo perdiera la mayoría de su energía después de mi ascenso de rango..." -dijo el ónix mirando su mano- "Necesito encontrar una alternativa... Pero eso es problema para después, es hora de demostrar mis nuevas habilidades"
El ónix estaba descalzo, vistiendo únicamente sus pantalones y se quedó en el final del túnel realizando estiramientos mientras Beloukas daba su discurso de apertura para entusiasmar al público quien empezó a aclamar su apodo... Rakshasa... Según la mitología, estos eran conocidos como demonios de los cuales había que ser muy precavidos debido a sus ansias de destrucción, algo acertado para el considerando su estilo Destajador pero bueno así son las reglas de la naturaleza; el fuerte vive y el débil perece.
Shen se tomó un momento para observar a los gladiadores del día de hoy, muchos estaban armados y había algunos que destacaban del restos por ser más grandes físicamente o tener algún arma fuera de lo normal pero no debería de tener problemas considerando su nivel actual, aún así era mejor prevenir que lamentar por lo que esperando la señal de inicio se arrodillo tomando la postura de un corredor preparándose para salir...
Y cuando el sonido del Gong inundó la Arena... La batalla campal dio inició...
Esta no era una buena época para la capitana pelirroja... Primero la incertidumbre sobre sus antiguos camaradas... Segundo la desaparición de su hermano... Y ahora la escena frente a sus ojos... De todos los lugares donde podría encontrarse al joven, nunca jamás se imaginó que podría ser en la Arena.
Seguramente había una explicación bastante razonable pero en este momento solo podía pensar en como demonios iba a hacer para salvar a Tyler de esta locura... El no era un luchador, es decir la vida de huérfano lo hizo rudo para saber como regresar los golpes y los sensuales músculos a la vista reflejaban que había estado entrenando pero esto era una locura... El temor empezó a apoderarse de Maia cuando vio como este se agacho... ¿¡Acaso se había puesto a rezar en medio de la pelea...!? La peor parte era que no podía simplemente ingresar ahí abajo, acabar con todos los luchadores y salir de ahí... Uno porque eran demasiados y dos porque necesitaría más de una vida para poder cubrir todas las perdidas monetarias... El estruendo del Gong la sacó de sus pensamientos y observó como todos empezaron a atacarse como una jauría de animales salvajes...
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