Inmortal Gamer Kuroinu

Capítulo 11 - Ocaso Carmesí

Celestine POV

"Esperamos buenas noticias pronto..." -dijo un hombre con seriedad-. 

Otro día de ajetreadas reuniones terminaba para la alto elfo quien soltó un largo suspiro cansado mientras se desplomaba en su silla... A pesar de que Celestine había sido instruida por los mejores académicos y escolares del reino para ayudarla a convertirse en la gobernante que es hoy en día había un problema que ponía a prueba incluso la paciencia del monarca más relajado: el tener que lidiar con la nobleza.

La rubia se levantó de la silla y camino en silencio por el castillo, saludando a duras penas al personal quienes se cruzaban en su camino, no por mala educación sino que sus energías sociales estaban agotadas. Una vez en su habitación se dejó caer en su cama enterrando su rostro en la almohada y después de llenar sus pulmones de aire soltó toda su frustración contra el cojín en un quejido que perduró por varios segundos, al finalizar se acostó boca arriba con la mirada fija en el techo. 

"Sin importar cuanto tiempo pase siguen siendo los mismos idiotas..." -pensó la rubia frustrada-. 

Celestine debía de ser una de los seres más descontentos con la nobleza, por supuesto jamás lo admitiría abiertamente por las consecuencias aunque las ganas no le faltaban... Para su desgracia estos inconvenientes no solamente no se mantenían en una sola casa de sangre azul, sino que perduraba a lo largo del tiempo con cada nueva generación, si de por si tener que lidiar con un viejo orgulloso y terco es molesto imagínense lo que es vivir lo suficiente como para ver como dicha obstinación vuelve tocando la puerta en un nuevo descendiente... Tristemente era un destino del cual esta no podía escapar... No había casa noble en su territorio que no quisiera ponerle fin a la guerra que los había azotado por siglos, su descontento era tal con la falta de progreso que más de una vez amenazaron con detener las líneas de suministros al ver desperdiciados sus recursos en un conflicto sin fin, aunque el berrinche duraba poco ya que el temor a la muerte los había cambiar de opinión bastante rápido; sin mencionar que deseaban hacerse con el honor de ser aquellos quienes ayudaron a acabar con la infame reina oscura.

Presa de la decepción la alto elfo giro sobre su vientre para colocarse boca abajo y empezó a patalear como si fuera una niña, menos mal que no había alma alguna para presenciar semejante acontecimiento porque nadie lo creería, y de hacerlo sería silenciado en el acto. Una rabieta más tarde la mujer cayo dormida debido al agotamiento mental por la reunión anterior, sin lugar a dudas un buen sueño reparador sería lo que más necesitaba en este momento... O al menos esa era la idea hasta que una visión empezó a manifestarse, y por el escenario que se gestaba frente a sus ojos no sería una muy agradable...

Celestine se encontró en un claro, estaba rodeada por las estepas hasta donde alcanzaba la vista, un paisaje tranquilo a decir verdad pero su admiración fue interrumpida por un temblor bajo sus pies, el cual se hacía más fuerte a cada momento y del horizonte ellos emergieron... Primero las puntas de las lanzas se alzaron e instantes después una numerosa armada inundó el escenario como si la marea del océano se tratase, el temor empezó a apoderarse de la alfo elfo debido a que estas fuerzas no estaban compuestas por humanos, sino por una enorme variedad de monstruos y demás razas enemigas cuya presencia solo podía significar una sola cosa: un nuevo ataque estaba por venir.

"Olga..." -pensó la rubia angustiada-. 

La preocupación no tardó en golpear a la rubia ante al ver como las fuerzas enemigas avanzaban a su alrededor, sin lugar a duda el frente de batalla estaba por ser sacudido por un fuerza de ataque que afectaría el equilibrio de la guerra, o al menos eso fue lo que pensó antes de que la visión empezó a cambiar... Una pared de fuego se levantó ante ella, sacándole un gemido del susto mientras obstaculizaba su visión y cuando esta cesó se llevó las manos a la boca con la expresión ahogada en espanto por el escenario que se gestó frente a ella; puesto que parecía una visión sacada del mismísimo infierno. El lienzo de la noche estaba adulterado por los humos del fuego... La sangre derramada fluía como catarata de los cadáveres de los caídos... El viento desplazaba los gritos de las victimas quienes estaban siendo destrozadas en más de un sentido... Celestine tuvo que luchar contra su propio estomago para no vomitar ante el horror que la rodeaba pero entonces las cosas tomaron un giro inesperado, desviando la mirada pudo percatarse de que se encontraba en una inmensa estructura y al reconocerla sus ojos casi se salen de sus cuencas.