Capítulo 3 - Inversión

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En un bar de la ciudad, un juego de cartas con apuestas estaba llegando a su punto máximo. Todos expectantes como buitres antes el monto de oro que se apostaba en la mesa mientras los jugadores se lanzaban fulminantes miradas. 

"Lo siento pero yo gano esta ronda" -dijo un hombre revelando su mano-. 

"No tan rápido amigo" -dijo otro con arrogancia- "Mis cartas son mejores~"

Todos se asombraron ante la mano ganadora del jugador, hasta que una risa resonó entre los presentes. 

"¿Tienes algo que añadir linda?" -preguntó el jugador-. 

"Es un hermosa mano" -dijo la mujer- "Pero no tan buena como la mía~"

Los presentes exclamaron asombrados la mano de la mujer mientras los jugadores lanzaron expresiones amargas ante la derrota. 

"Gracias por jugar muchachos~"

La ganadora estaba juntando su botín hasta que una mano la detuvo. 

"El juego no ha terminado..." -dijo el perdedor con enojo-. 

"Así son las apuestas" -dijo la mujer con seriedad- "A veces se gana y otras se pierde... Quítame la mano de encima o sino..."

"¿O sino que...? Perra"

Un silencio invadió la escena mientras la mujer chasqueó la lengua y se ponía de pie. 

"No debiste decir eso..." 

Rápidamente la mujer lanzó un puñetazo de lleno en el rostro del perdedor haciéndolo retroceder, el hombre se agarró su nariz sangrante mirándola con odio y empezó a lanzarle golpes pero la mujer los esquivó sin problema. 

"¡Quédate quieta maldita!" -exclamó el perdedor con rabia-. 

El hombre lanzó un fuerte derechazo hacia la ganadora pero esta aprovechó el impulso del golpe para tomarlo de la muñeca y hacerlo caer el piso. Rápidamente lo sometió contra el suelo sujetando su brazo y apoyando una daga que tenía en su cinturón sobre el ano del hombre. 

"¿Quien es la perra ahora?" -dijo la mujer con seriedad-. 

"¡Por favor!" -imploró el hombre- "¡No me lastimes!"

"Quiero que lo digas" -dijo la mujer- "Di que eres una perrita que no sabe perder"

El hombre se resistió al principio pero al sentir como la daga empezaba a clavarse en su recto recapacitó al instante. 

"¡Soy una perrita que no saber como perder!"

La mujer no dijo nada por un momento y lo liberó poniéndose de pie. 

"Hazte un favor y no vuelvas a apostar" -dijo la ganadora con seriedad- "La próxima vez podrías terminar muerto..."

Y sin darle tiempo para responder le pateó la cabeza, noqueándolo. 

"Capitana Maia" -dijo una nueva voz- "¿Está todo bien?"

"Capitana Maia" -dijo una nueva voz- "¿Está todo bien?"

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Inmortal Gamer KuroinuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora