Capítulo 13

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La presidenta le sonrió a Ruth devuelta. Xavier estaba impresionado y confundido. Ella le confirmo y dijo que no la conocía. Y le acababa de llamar madre.

—¿Ella es tu madre? —pregunto Xavier. —Dijiste que no la conocías.

—Pues que te parece, es mi hija. —dijo la presidente y le paso la mano por el cabello suavemente. Ruth se coloco al lado de la presidente y la abrazo por la cintura mientras ladeaba la cabeza y la colaca en su pecho, con una sonrisa.

—Eres una mentirosa. Al igual que ella. —señaló a la presidente.

—Deja de llamarme así.

—No, usted es una mala persona. Ha tenido a muchos chicos y chicas encerrados y alejados de su familia, ¡para quien sabe que cosas! —gritó Xavier. —Es..

—¿Te gusta? —le interrumpió la presidente. —Ven por ella.

—¿Qué?

—Nunca te habías interesado por ninguna de las chicas que se escondían contigo cuando te escapabas. —recordo la presidente. —Sienpre eran como otros chicos, ¿por qué te interesa mi hija?

—A mi no me interesa ella. —dijo y señaló a Ruth. —¿Cómo voy a pensar en alguna chica de esa manera cuando hay cosas más importantes, como saber que es lo que usted planea con nosotros?

—Tranquilizate muchacho. —lo calmó la presidente. —Ya todos volverán con sus familias.

—¿En serio? —preguntó Xavier con un tono esperanzado. La presidente asintio. —¿Yo también?

—Bueno... —dijo separándose de Ruth y llegando a un escritorio. Sacó una fotografía y se la pasó a Xavier. —Es la del medio. Era muy vieja cuando te tuvo, fuiste el último de sus hijos. Tenía casi cuarenta años... Vivía muy alejada de los centros médicos.

—¿Está muerta?

La presidente asintió.

—Pero despreocupate, Xavier. Te quedarás conmigo. No voy a dejarte solo. —dijo sonriendo cariñosamente. La idea era un poco extraña, ya que Xavier había crecido odiando a una mujer que lo había arrebatado de su familia y que lo tenia encerrado del mundo. —Sé que tienes una muy mala imagen de mi, que has formado durante estos años, pero no soy así realmente, yo también sufrí mucho, Xavier...

—¿Cómo puede sufrir usted?

—A mi también me quitaron a Ruth, Xavier. No fue muy fácil encontrarla. —dijo la presidente. —Pase mucho tiempo sentada en un maltido escritorio tras un computador, mirando cada cámara en cada rincón de este lugar!

Ruth se acercó a la presidente por la espalda y la abrazó.

—Xavier. —le llamó Ruth con una voz dulce. —Estuvieron borrando mi mente cada vez que me escapa del hospital en el bosque. Lo sabía todo, solo necesitaba recordarlo... —dijo y se acercó a él. —No debes dejar que tus libros digan algo sobre una persona que aun no conoces, esos libros fueron escritos en contra de Mariah... ella es la que veías en los libros, no mi madre.

—¿Quién es Mariah?

—Mi hermana. —habló la presidente. —Ella desapareció a Ruth. Ella esta loca. —rió. —Yo conseguí hacerme pasar por ella para buscar a Ruth. Ella tenía un hijo y no tengo idea que sucedió con el pobre niño.

Xavier pareció haberse convencido en una parte, pero seguía desconfiando de la presidente.

—¿Usted sabía que su bebé era niña? —Xavier preguntó y la presidente asintió. —Y para que quiere a los chicos.

—Quería encontrar al hijo de Mariah. Pero ninguno coincidió con su ADN.

—¿Y para que me quiere?

—Hace un momento te hice una pregunta. —sonrió la presidente. —¿La vas a responder?

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