Sentado junto a la chimenea de los aposentos principales, Zhan aguardó que Cheng trajese agua caliente. Cuando la bañera de madera ya estaba llena, Yibo se desvistió , sin ningún pudor, y dispensó al siervo.
— Puedes irte ahora. Mi esposo me ayudará con el baño.
Si el Caballero Rojo pudiese verlo ahora, empapado y desgreñado como un ratón ahogado, probablemente lo pensaría dos veces antes de arrojarse en un lago helado para salvarlo. Al mirar a su marido, desnudo con toda su belleza viril, fue invadido por una emoción intensa. No se cansaba de admirarlo. Consciente de su ceguera, Yibo no demostraba ningún pudor en relación a su propio cuerpo. Por eso se exponía con elegancia y naturalidad, como una verdadera estatua esculpida. El fuego lanzaba un brillo rojizo sobre la figura imponente, haciéndolo perder el aliento. Más que nunca, en ese momento, Wang Yibo encarnaba al mismo Caballero Rojo. Grande, poderoso y mortífero.
— Ven, Zhan, ven al agua. ¿Necesitas ayuda para quitarte las ropas mojadas?
— No. — Realmente no se le pasaba por la cabeza llamar a Ji Li. El criado nunca pondría los pies en el cubil del barón de QingHai. Segundos después se libraba de las túnicas y quedaba completamente desnudo a pocos pasos de distancia de su marido . Una sensación de frío y calor le recorrió el cuerpo, excitándolo de una forma insidiosa y sutil. Los dos ya habían compartido una intimidad total muchas veces, pero casi siempre protegidos por la oscuridad...
Había algo erótico en el reflejo rojizo que el fuego de la chimenea lanzaba sobre el pecho fuerte de su marido , sobre los hombros anchos, los cabellos claros...
— ¿Quieres que te enjabone? — le preguntó bajito, la voz ronca, llena de expectativas.
— Si, pero entra pronto en la bañera antes que te mueras de frío.
— Quieres que entre en la bañera... con vos?
— Eso mismo. Acaso estás sufriendo un ataque repentino de modestia y timidez, esposo? ¿Se trata del mismo chico que anoche me forzó a permanecer inmóvil mientras me daba un placer intenso con su boca y sus manos? — Sonriendo sensualmente, Yibo lo tomó por la muñeca y lo empujó en dirección a la bañera. Era imposible resistirse. Al sentir los dedos fuertes tocarlo, Zhan entró en la bañera y se sentó frente a su marido, el agua cubriéndolo hasta la altura de los hombros. A pesar de ser grande, la bañera no tenía espacio suficiente para acomodar a dos personas, especialmente cuando los dos tenían una altura considerable.
Así Yibo flexionó las rodillas para aumentar el espacio.
— Debo enjabonarte primero?
Por un momento, viendo la luz del fuego reflejada en los ojos dorados, Zhan podría jurar que su marido era capaz de verlo. Entonces, antes que tuviese la chance de responder, él sujetó uno de sus pies y comenzó a enjabonarlo, lenta y cariñosamente.
Fascinado, Zhan no conseguía desviar la mirada de la figura sólida, por algunos instantes estuvo satisfecho de que él no pudiera verlo. Cada movimiento de Yibo traducía el placer con que lo tocaba y pronto el sintió el calor del deseo correr en sus venas como una droga potente. Cuando las manos masculinas, tocaron sus pezones, el gimió, incapaz de controlar la oleada avasalladora de pasión.— Yibo, Yibo...
Él se inclinó todavía más hacia adelante y, por primera vez, Zhan realmente lo vio tomar uno de sus pezones con su boca. Por primera vez, pudo ver los cabellos castaños esparcidos sobre su piel mientras él succionaba el pezón con fuerza, haciéndolo retorcerse de placer. En un movimiento inconsciente, levantó las caderas, buscando alivio para el ardor entre sus muslos. Pronto su marido le masajeaba el punto escondido de penetración. Yibo continuó acariciándolo bajo el agua mientras deslizaba la lengua por los pezones erguidos, saboreando cada centímetro de la piel caliente y suave. Trastornado por las sensaciones imperiosas que parecían dominarlo , Zhan forzó sus caderas en dirección a las manos masculinas, gimiendo al sentir los dedos firmes penetrarlo en un movimiento rápido y preciso. Sin que pudiese controlarse, y sin haber siquiera tocado su miembro, alcanzó el orgasmo, su cuerpo entero sacudido por temblores incontrolables.
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𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥 𝐃𝐢𝐚𝐛𝐥𝐨 [𝐘𝐢𝐳𝐡𝐚𝐧]
Ficción históricaDebe elegir un marido... Pero él va a eludir el altar... Lord Zhan de Xiao es un joven bello y orgulloso que no necesita a ningún hombre en su vida. Ha manejado con éxito el castillo de su familia por un año, pero el rey ha declarado que él debe cas...