𝑪𝑨𝑷Í𝑻𝑼𝑳𝑶 𝑿𝑽

697 74 41
                                    

Zhan estaba en el salón principal cuando llegó un mensajero  de Liong.

— Es un muchacho llamado Bowen, mi lord  el guardia  le avisó.

— Déjalo   entrar! — él exclamó, deleitado con la idea de recibir noticias de su antiguo hogar. Conocía a Bowen hacía años  y ahora era asistente del  administrador.

— Ji Li, trae cerveza y comida para  nuestro invitado. — Zhan miró a su alrededor y  encontró todo en el más perfecto  orden. Aunque Qinghai no fuese tan bonito como Liong, bajo  sus cuidados el castillo  se había transformado en un ambiente agradable y acogedor, sin nada de la atmósfera lúgubre inicial.  Se sentía satisfecho de poder recibir al muchacho.

— Bowen,  que bueno volver a verte ! — Con ambas  manos extendidas, él le  dio la bienvenida al viajante, sin embargo el aire abatido del joven  lo preocupó inmediatamente. Pasaba algo malo en la casa?

— Su apariencia es perfecta, mi lord.

Tal vez la expresión extraña de Bowen no estuviese relacionada con  posibles problemas en Liong  sino  con el  castillo de Qinghai. En esos días maravillosos que  habían seguido a la Navidad, había acabado olvidándose de los rumores terribles que rodeaban al  Caballero Rojo y a aquellos que vivían en sus dominios.

— Cuanta gentileza. Estoy bien, gracias. Por favor, siéntate. Necesitas descansar después del  largo viaje.— Bowen pareció relajarse con una jarra de cerveza y un plato de carne asada delante suyo El  joven  atacó con fervor la comida mientras Zhan le  contaba  sobre las mejoras hechas en QingHai y le  preguntaba  noticias de los amigos dejados en Liong. Solamente después de terminar la comida, las facciones de Bowen volvieron a ponerse  sombrías. Zhan concluyó que no era QingHai  lo que lo afligía. Algo estaba mal . Algo serio, porque el administrador  había preferido  mandar un mensajero  a escribir una carta.

— Qué está sucediendo? Por qué viniste hasta aquí?

— Mi lord... Siento decirlo , pero  vine a  traer malas noticias. Lord He Peng se ha puesto  inquieto en su ausencia. Yang cree que en breve, probablemente cuando el  tiempo mejore, él atacará  Liong.

— Hay algo más? — el indagó, la voz apretada en su garganta, los ojos abiertos en una expresión de profundo horror. El  muchacho carraspeó y miró sus propias manos, sabiendo que precisaba llegar hasta el  fin, por mas desagradables que  fuesen las novedades.

— He Peng afirma que su casamiento con el Lord de QingHai  no es válido porque su padre lo prometió  a él ...

Furioso, Zhan lo interrumpió en el medio  de la frase. 

— Ese maldito mentiroso!

— Si, mi lord. He Peng dice que  usted le pertenece por derecho, así como Liong.

Lleno de ira, el apretó los puños, en un gesto de impotencia y frustración.

— Ese hijo de puta ! El propio Zifan arregló mi casamiento! Cómo tiene la osadía He Peng  de desafiar y poner en  duda un decreto del rey? Tenemos que buscar a Zifan y contarle lo que está sucediendo...

De repente, al percibir la manera extraña  en que  Bowen lo miraba, Zhan se dio cuenta de lo que había acabado de decir. Con seguridad el  joven debía estar  preguntándose por qué alguien iba a incomodar a Zifan cuando tenía como marido al  caballero más temido de todo el reino.

𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥 𝐃𝐢𝐚𝐛𝐥𝐨 [𝐘𝐢𝐳𝐡𝐚𝐧]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora