chapter - 2

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-El presente es el resultado necesario de todo el pasado, la causa necesaria de todo el futuro.
( Robert Green Ingersoll).

~🤍~
Milledgeville
1989

La joven sintió la presencia de alguien que pasaba frente a ella y parecía que verificaba si estaba viva. Era un hombre de alrededor de 46 años o algo por el estilo,con una vestimenta bastante peculiar. Riracha pensó que el pueblo era tan aburrido y desactualizado que la gente todavía vestía como en las décadas pasadas.

- Señorita, ¿está bien? ¿Necesita ayuda? - preguntó el hombre.

- Yo... sí, necesito ayuda. Anoche caí del acantilado mientras trataba de buscar Internet y no supe cómo volver a subir porque, como ve, tengo el brazo lastimado. - no era necesario decir que había causado un cortocircuito, obviamente iba a omitirlo.

- ¿Buscar qué? Bueno... Supongo que no es del pueblo, porque nunca vi a nadie usar tu vestimenta. - aquel hombre la vio de pies a cabeza. - No se preocupe, la llevaré al hospital, y en la estación de policía le ayudarán a regresar a su casa.

- Sí, muchas gracias.

- Tienes suerte que pasaba por aquí, casi nadie viene, pero para tu suerte, algo pasó anoche que provocó un cortocircuito, entonces vine a revisar.

- ¿Ya está solucionado?

- Claro, soy el mejor electricista en este pueblo. - dijo orgullosamente.

El hombre pasó su brazo por encima del hombro de La rubia y la ayudó a subir a un auto. Encendió y comenzó a conducir, por otro lado, la rubia notó que el pueblo durante el día parecía aún más aburrido y antiguo. La gente vestía como si estuviera en una película de los años 80, y la música que escuchaban también era de esa época. Ahora que lo pensaba con claridad todo parecía sacado de una escena de "La sociedad de los poetas muertos".

-Disculpe, ¿cuánto falta? No quiero molestar, pero mi celular parece que no enciende. ¿Me podría prestar su celular para llamar a mi madre? -preguntó chiquita.

- Claro, tome. ojalá lo entienda, es el último modelo de este año y me costó un ojo de la cara -le tendió un celular, que era básicamente un dinosaurio en términos tecnológicos.

- Emm, bueno, muchas gracias. Solo haré una llamada -respondió Riracha, sorprendida por la antigüedad del teléfono. No podía creer que la gente en el pueblo pensara que era algo moderno cuando, claramente, era una reliquia.

- Señorita, ¿está segura de que sabe cómo usarlo?

- No se preocupe, sé cómo hacerlo. Mi abuelita tenía uno igual.

- ¿Qué? Debe ser de dinero -comentó el hombre.

- No, pero tengo una vida acomodada. Soy de Washington DC. Estoy aquí de vacaciones.

- Vaya, de Washington. Bienvenida. El pueblo es bastante amigable con los forasteros como usted -respondió el hombre.

- Sí, lo noté.

La rubia marcó el número, pero le decía que no existía. Decidió entregárselo al hombre, agradeciendo la llamada ya que conociendo el pueblo tal vez nisiquiera tenían una antena.

Al llegar al hospital, notó que la gente la miraba de manera extraña, probablemente por su atuendo que difería del de ellos. El doctor la llamó para atenderla y comenzó a hacerle preguntas por formalidad.

- Entonces, ¿cuál es su nombre? - comenzó por preguntar.

- Riracha phondechaphiphat. - aquel hombre la miro con extrañes, ya que su apellido no era tan común por el hecho que su padre era tailandes.- Okey, solo dime chiquita.

CARPE DIEM - || ♡Chiyeon  G!P ♧||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora